Voto en blanco

El voto en blanco es una opción de sufragio por la cual los votantes no votan a ninguno de los candidatos posibles, en función del país puede clasificarse como voto válido o como voto nulo. 

Por ejemplo, si en un país existe la posibilidad de votar a tres partidos políticos y no estamos de acuerdo o no nos identificamos con ninguno, pero sí queremos dejar constancia de nuestro voto, podremos votar en blanco. Suele identificarse como un voto en forma de protesta. 

¿Cómo se vota en blanco?

Existen diversas formas de hacerlo, en función del país y del tipo de listas. En general, se efectúa introduciendo el sobre vacío, o si hay casillas que tachar se puede realizar echando la papeleta sin ninguna marca. 

En España, el voto en blanco tiene algunos efectos. Computa como válido y se suma al total de los votos, provocando que, al repartir los escaños, la cantidad de votos que se necesitan por escaño sea superior. Al no poseer gran peso en nuestro país, no suele generar unos impactos reales. 

Este voto favorece a los grandes partidos cuando, en el caso de que la barrera electoral se incremente por el voto en blanco y un partido pequeño, al límite de esta barrera sea expulsado, entonces el escaño se distribuye entre los candidatos que han superado la barrera. 

Diferencias con el voto nulo

La principal diferencia es que el voto en blanco es válido y el voto nulo no lo es. Según la ley, un voto nulo viene a ser lo mismo que no votar. Generalmente, es emitido con intención de mostrar descontento o por error, aunque esto no es muy frecuente en España, pues nuestro método de voto es algo sencillo. 

Se entiende por voto nulo el que se emite en un sobre o papeleta distinta a los modelos oficiales, las papeletas que no llevan sobre o los sobres con más de una papeleta de varios partidos políticos. Destacaremos el hecho de que, si se repiten las papeletas del mismo candidato, va a entenderse como un único voto válido. 

Otro caso en el que el voto se considera nulo es si se cambia, se añaden o se tachan nombres de algunos candidatos en la papeleta (también si alguien modifica el orden en que están). Si alguna persona escribe expresiones o decide alterar el estado de la papeleta, el voto también contará como nulo. De la misma forma, el voto emitido en un sobre alterado también será nulo. 

En cuanto a las elecciones del Senado, el voto será nulo si en la papeleta se han señalado más candidatos de los que se debe: un número superior a tres candidatos en las circunscripciones provinciales, más de dos en las de las Comunidades Autónomas de Gran Canaria, Mallorca y Tenerife, y en las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla, o más de uno en las demás circunscripciones insulares. 

Beneficios para cada uno

A pesar de que ambos cumplen la misma función, la de no decidirse por ningún candidato, las consecuencias de cada uno son distintas. Para conocer el porcentaje de votos recibidos para cada partido político, deben tenerse en cuenta todos los votos válidos que han sido emitidos, sumando también los votos que sean en blanco. Los votos nulos no van a entrar en este cálculo. 

En las elecciones convocadas al Congreso en España, en cada circunscripción hay una barrera electoral del 3 % del total de votos. Inferior a este porcentaje, los partidos quedan excluidos y no participan en el reparto de escaños, el cual se hace mediante la ley de D'Hondt. Es por eso por lo que, teóricamente, el voto en blanco no beneficia a las pequeñas candidaturas, pues hace que el umbral de votos para entrar en el reparto de escaños se vea incrementado. 

Abstención

La abstención es tan solo no acudir a los colegios electorales a depositar el voto y su efecto es el mismo que el del voto nulo. 

Se suele afirmar que se suman a la mayoría de los votos, pero con esto se da a entender que la persona que no acude a votar, le parece bien lo que decida el resto de la población. 

Si no depositas tu voto, lo anulas o votas en blanco, lo que has hecho no va a influir para nada en cómo se van a repartir los escaños en tu circunscripción, conforme a los sufragios de las personas que sí han votado a un partido político u otro. 

En definitiva, el voto en blanco es un voto válido en nuestro país. Es tan simple como no introducir nada dentro del sobre. También debemos tener en cuenta que esto tiene unas consecuencias, pues va a sumarse al resto de votos que han obtenido los diferentes candidatos para, posteriormente, realizar el reparto de escaños.

Su principal diferencia con el voto nulo es que el voto en blanco sí tiene validez y el otro no. El sistema de cálculo proporcional que usa el sistema electoral español es la ley D'Hondt.