Tasa de dependencia

La tasa de dependencia puede definirse como un índice demográfico. Indica el porcentaje de personas en edad de trabajar que dependen de la población activa. Recoge datos sobre la población activa y sobre la dependiente.

Un ejemplo de ellos son los pensionistas, es decir, cualquier persona que supere la edad de 65 años y no ocupe pueda ocupar ningún puesto de trabajo como consecuencia de su jubilación. Este índice se suele usar para saber cuál es la sostenibilidad del sistema de pensiones vigente en un país. 

¿Cuál es la fórmula de la tasa de dependencia?

Esta tasa se representa por un porcentaje sobre la población activa o en edad de trabajar por un periodo predeterminado. Para su cálculo, debemos dividir el número de personas que tienen entre 0 y 14 años más los mayores de 65 años entre el número de personas que tienen entre 15 y 64 años, es decir, la población activa. Para obtener el resultado final en porcentaje lo multiplicaremos por 100. 

Cuanto más elevado sea el porcentaje de la tasa de dependencia, mayor será la carga que soporta la población activa para mantener a la población que depende de ellos. Si, por el contrario, la tasa es menor, la carga para la población activa o productiva se va a reducir. 

La tasa de dependencia puede fijarse para fragmentos de edad como la población infantil y la superior a 65 años. Esto quiere decir que, en algunos casos, no es necesario agregar las dos. 

Lo anterior se consigue, en el primer caso, dividiendo tan solo la población entre 0 y 14 años entre la población activa y, en el segundo caso, haciendo el cociente de la población mayor de 65 años sobre la población activa. 

Ejemplo del cálculo de la tasa de dependencia

En el ejemplo que vamos a realizar, los datos que usaremos serán ficticios, es decir, escogeremos unos datos falsos de cualquier país del mundo. Bien, pongamos que Argentina tiene un total de 2 000 000 de personas activas, una población de 150 000 personas que tienen entre 0 y 14 años, y que los mayores de 65 años son 215 000 personas. 

En primer lugar, sumaremos ambos segmentos de edad para dar con la población dependiente, lo cual da un resultado de 365 000 personas, y lo dividiremos entre el número de personas de la población activa, que son 2 000 000. El resultado que obtenemos al multiplicarlo por 100 es del 18,25 %, por tanto, la proporción es de 18,25 personas dependientes por cada 100 activas. 

La tasa de dependencia de las pensiones

En general, con el objetivo de medir la sostenibilidad que tienen los sistemas públicos de pensiones de los distintos países, es bastante usual que se utilice la tasa de dependencia de las personas en edad de jubilación. 

Esta tasa se calcula, como ya hemos mencionado anteriormente, dividiendo el número de personas con una edad superior a 65 años entre las personas que forman parte de la población activa. 

Una vez obtenido el resultado, sabremos la proporción de personas que dependen de una pensión sustentada por las cotizaciones de las personas en edad de trabajar. De esta manera, conociendo el número de personas dependientes respecto a las que no lo son, podremos saber hasta qué punto es sostenible el sistema. 

Como ocurre en la tasa de dependencia general, cuanto mayor sea el porcentaje, mayor carga supondrá a la población activa. Aunque cabe destacar que en ello influyen varios factores. 

Creciente tasa de dependencia

La población de los países más desarrollados tiene tendencia a envejecer, lo cual es, sin duda, una buena noticia, pues quiere decir que la esperanza de vida continúa aumentando. 

El proceso de envejecimiento de la población se conforma por aquello que se conoce con el nombre de pirámide de población invertida, donde la principal masa de la población está concentrada en los estratos de mayor edad. 

En nuestro país existen dos personas en edad de trabajar por cada persona no activa, pero las proyecciones esperadas para el 2052 contemplan este ratio en un 100 %, lo cual significa que existirá casi una persona inactiva por cada persona activa. 

Según la OCDE, España va a duplicar la tasa de dependencia en pocas décadas. Justo antes de comenzar la pandemia, en España había poco más de 19,16 millones de personas afiliadas a la Seguridad Social, de los cuales 3,2 millones recibían la ayuda por desempleo. En enero de 2020, un total de 8,9 millones de pensionistas eran beneficiarios de 9,8 millones de personas. Por tanto, entre pensionistas y desempleados, sumaban una cifra de 12,1 millones de personas. 

La situación se explica por factores demográficos (aumento de la esperanza de vida o el descenso de la natalidad) y macroeconómicos (altas tasas de desempleo estructural). 

En definitiva, la tasa de dependencia es un índice que mide la proporción de personas que dependen económicamente de la población activa o en edad de trabajar. Cuanto mayor sea el indicador, mayor peso tienen que soportar las personas activas y, cuando menor sea, la carga será más reducida. La OCDE no ha realizado unas previsiones muy positivas para España, pues espera que la situación se agrave con el paso del tiempo como consecuencia de factores demográficos y macroeconómicos.