Presión fiscal
Llamamos presión fiscal al porcentaje del PIB de la población que el gobierno de un país destina a la recaudación de tributos. En otras palabras, representa la cantidad de tributos que recauda el sector público de un país a través de sus ciudadanos. El PIB siempre es la magnitud de referencia a la hora de medir la presión fiscal, y podemos expresarla de dos maneras:
- La cifra de ingresos totales que ha recibido el sector público a través de la recaudación de tributos.
- Los tributos recaudados por habitante (per cápita) durante el año objeto de estudio.
Presión fiscal en los países mundiales
A continuación veremos una comparativa según la presión fiscal en los países de todo el mundo, según datos del año 2018. España se sitúa muy por debajo de la media europea, con una presión fiscal del 35,2 %. Francia y Bélgica se encuentran encabezando la comparativa, con una presión del 48,2 % y 46,4 %, respectivamente.
Habitualmente, son los países más desarrollados los que realizan mayor recaudación de impuestos per cápita. Esto se ve reflejado en los datos ya que, exceptuando a Cuba (que tiene una presión fiscal del 40,5 %), los 25 países con mayor presión fiscal son europeos. Estados Unidos se encuentra en el centro de la tabla, y pese a que su presión es del 26 %, es el país que más cantidad recauda en el mundo después de Egipto (aproximadamente 3 400 000 millones, teniendo Egipto una recaudación de 24 800 000 millones de euros).
En la parte baja de la tabla, con presiones que apenas llegan al 15 %, encontramos países sudamericanos y africanos en vías de desarrollo, como Guatemala, Uganda o Guinea Ecuatorial.
Los datos nos muestran una realidad muy evidente: cuanto más desarrollado esté un país, podrá aplicar una presión fiscal mayor y recaudar más tributos. Es evidente que existen excepciones, como puede ser el caso de México (presión fiscal del 16 %), pero podemos concluir en que, mayoritariamente, la presión fiscal de un gobierno está directamente relacionada con el desarrollo económico y político del país en cuestión.
¿Por qué los países tienen presiones fiscales tan diferentes?
Ya hemos visto que el desarrollo económico y social de un país es importante para deducir si la presión fiscal que su gobierno va a aplicar será alta o baja. Pese a ello, este no es el único factor determinante a la hora de medir una variable tan influyente como la recaudación de tributos. Un factor a tener en cuenta es que estamos hablando de tributos recaudados y no de impuestos (exclusivamente). Pese a que el impuesto es un tipo de tributo, también debemos tener en cuenta las tasas y contribuciones especiales, a través de las cuales también se recauda una importante cantidad de dinero.
A la hora de valorar la presión fiscal de un país, según datos oficiales, hay que tener en cuenta que estos datos se calculan con lo que se ha pagado durante el año objeto de estudio, no se tiene en cuenta lo que debería haberse pagado. Por tanto, si existen casos de evasión fiscal muy importantes en un país, la cifra final puede verse alterada, ya que no se tendrán en cuenta.
Obviamente, una subida drástica de los impuestos aumentaría notablemente la presión fiscal de un país, y viceversa. Existen otros factores que, dependiendo de en qué situación se encuentren y cómo sean gestionados por el país en cuestión, pueden afectar directamente a la presión fiscal, como pueden ser los siguientes: estructura económica y fiscal, calidad y actuación de las instituciones, factores culturales y sociales, demografía, situación política, entre otros.
Cálculo de la presión fiscal, ejemplo e interpretación
Para el cálculo de la presión fiscal utilizaremos una fórmula muy sencilla en la que solo nos harán falta dos datos: la cantidad total de ingresos recaudados a través de la tributación (recaudación fiscal) y el PIB del país. La fórmula quedaría de la siguiente manera:
Presión fiscal = (Recaudación fiscal / PIB) x 100
Vamos a ver un ejemplo muy sencillo en el que interpretaremos el resultado de aplicar la fórmula de la presión fiscal. Imaginemos que un país, con un PIB de 557,550 millones de euros recauda 183,665 millones de euros a través de los tributos. Para calcular la presión fiscal, que abreviamos con las siglas PF, utilizamos su fórmula:
PF = (557,550 / 183,665) x 100 = 30,36 %
El resultado nos indica que la presión fiscal de este país es del 30,36 %, por lo que de cada 100 euros generados por los contribuyentes, 30,36 son destinados al pago de tributos.
La presión fiscal es un porcentaje que puede verse bajo la influencia de multitud de variables. No solo debemos pensar en subidas o bajadas de impuestos, ya que otros factores como el desarrollo tecnológico y cultural, recesiones económicas que hagan bajar el PIB o decisiones políticas y fiscales pueden afectar directamente al resultado final cuando calculemos el índice.
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