Precio medido ponderado, FIFO y LIFO
Al terminar el ejercicio contable debemos hacer inventario de las existencias de nuestro almacén, tanto de las mercancías como de las materias primas.
Hecho este inventario debemos imputar a las existencias que hemos inventariado un valor económico.
Este valor económico va a incluirse en nuestra cuenta de Pérdidas y Ganancias como un ingreso.
¿Por qué?; cuando compramos mercancías o materias primas la factura de su compra se imputa como un gasto [en el grupo (6)] y cuando vendemos las mercancías o los productos terminados en los que hemos utilizado las materias primas emitimos una factura que se contabiliza como un ingreso [en el grupo (7)]; sin embargo, una vez que hemos comprado mercancías o materias primas y mientras todavía no las hemos vendido las tenemos en nuestro almacén. Si computamos el gasto de su compra sin mas estamos falseando el resultado contable porque, en realidad, hemos pagado esas mercancías o materias primas, pero todavía no las hemos “gastado”, en el sentido más propio del término.
Con el inventario de nuestro almacén y la valoración del mismo incluida como gasto se soluciona este problema.
Pero surge otro: ¿cómo hacemos la valoración económica de lo que tenemos almacenado?; no habría problema si todo nuestro stock de almacén lo hubiéramos comprado al mismo precio, pero esto no suele ser así.
Por explicarlo con un ejemplo, si vendemos escobas y en nuestro almacén lo que tenemos es un número determinado de escobas, todas iguales, pero que no hemos comprado de una sola vez ni todas al mismo precio porque hemos realizado varias compras, a lo largo del año (según hemos calculado nuestras necesidades), y su precio ha ido variando en las distintas compras que hemos hecho.
El valor que debemos darle a cada escoba, siguiendo el principio general de contabilidad de que el valor asignado es su precio de adquisición, no estaría nada claro aquí porque tenemos varios precios de adquisición y, siendo todas las escobas que tenemos iguales, no podemos determinar a que precio hemos comprado cada una, ni tendría mucho sentido hacerlo.
Para solucionar este problema existen los criterios o métodos de valoración de existencias que son: el FIFO, el LIFO, el NIFO, el del precio medio y el del precio medio ponderado.
FIFO
Del inglés First In First Out, es decir, consideramos que hemos vendido en primer lugar las mercancías o materias primas que compramos al principio y por orden de compra o, dicho de otro modo, que cada bien que vendemos es el que lleva más tiempo en el almacén, así que asignaremos el valor que tengan según las compras más recientes.
En una economía donde exista inflación y, por lo tanto, precios crecientes, las compañías “nuevas” van a preferir utilizar este método para aumentar el valor de su almacén y las ganancias del ejercicio, para dar una mejor imagen.
Hay empresas que consideran este método como el más apropiado porque consideran lógico que lo primero que venden es lo primero que han adquirido.
LIFO
Del inglés Last In First Out, es decir, consideramos que lo primero que hemos vendido es lo último que hemos comprado o, dicho de otro modo, que cada bien que vendemos es el último que ha entrado en el almacén, así que asignaremos a las existencias el valor de las primeras que hemos comprado en el ejercicio y seguiremos por este orden.
Cuando la empresa ya está consolidada, en una economía con alza de precios, se plantea aplicar el LIFO porque, con ello, consigue reducir sus beneficios contables y, por lo tanto, pagar menos impuestos.
Sin embargo, esto puede producir un problema ya que hemos diferido el pago de impuestos, pero en nuestro almacén aparecen las existencias con precios muy antiguos y muy bajos (a veces con décadas de antigüedad) lo que, en caso de liquidación o de cambio de criterio podría producir unos beneficios muy abultados.
NIFO
Del Inglés Next In First Out, es decir, aquí no imputamos el precio de adquisición sino el coste de reposición por lo que daremos a la mercancía el valor correspondiente al precio que nos van a cobrar en un futuro inmediato para comprar una de la misma especie.
En un entorno inflacionista produce el mismo efecto que el LIFO pero de manera mucho más importante, es decir, disminuye el beneficio contable en gran medida. Por esta razón este método no es aceptado por la legislación fiscal.
Precio medio
El criterio del precio medio consiste en hallar la media de todos los precios que hemos pagado, a lo largo del ejercicio, por ese artículo, es decir, sumar todos los precios aplicables y dividir el resultado por el número de sumandos.
Precio medio ponderado
Este criterio consiste en hallar la media del precio de todas y cada una de las compras, es decir, no aplicar la media de todos los precios, como en el caso anterior, sino aplicar la media de los precios en función de la cantidad de artículos que hemos comprado a cada uno de esos precios tomando en consideración también el valor de las existencias al principio del ejercicio.
Este método es el que debe adoptarse, según el Plan General Contable, cuando no sea posible medir los precios de adquisición o costes de producción de cada existencia de manera individual.
Cierra el año DESCUENTO (Blog)
-30% durante 12 meses en todos nuestros productos
Contratando antes del 31 de diciembre
En TeamSystem | Software DELSOL llevamos ya más de 30 años creando todas las herramientas que necesitas para escalar tu negocio sin complicaciones.