Periodo de carencia
El periodo de carencia es un tipo de retraso establecido en muchas relaciones contractuales, por ejemplo, en la adquisición de un servicio o en un contrato laboral. Pero ¿en qué consiste el periodo de carencia exactamente? ¿En qué situaciones nos lo podemos encontrar?
Qué es el periodo de carencia
Entendemos como periodo de carencia o periodo de espera el plazo indicado en una relación contractual para el inicio del beneficio de un derecho adquirido o bien de una obligación. O sea, se trata del tiempo transcurrido entre la firma de un contrato o el origen de un compromiso y su puesta en efecto.
De este modo, el periodo establece un tiempo durante el cual el contrato no es de obligado cumplimiento y los derechos y obligaciones derivadas de él quedan exentas, ya sea de forma total o parcial. Ahora bien, este incumplimiento deberá ser temporal y no podrá exceder el tiempo definido en el origen contractual.
La aplicación de los periodos de carencia se da en casos muy diversos y en ámbitos muy distintos. Un periodo de carencia puede tener aplicación en el contrato de un seguro de salud, en la puesta en marcha de un producto comprado, o bien, por ejemplo, en el impago de las cuotas de un préstamo.
Características del periodo de carencia
Entre las principales características a destacar de un periodo de carencia se encuentran las siguientes:
- Formalización en forma de cláusula: Para la efectividad de un periodo de carencia contractual, este deberá ser pactado entre las partes y estar definido en el contrato, generalmente mediante una cláusula que defina sus condiciones exactas de aplicación.
- Totalidad o parcialidad: El periodo puede suspender una parte o la totalidad de las obligaciones derivadas de un contrato. En la cláusula es importante que quede claro a qué parte del contenido del contrato hace referencia la carencia.
- Inicio y final: Es fundamental que se especifiquen las condiciones temporales bajo las que se aplica el plazo de espera. Se deberá definir cuándo empieza y cuándo termina la suspensión y si hay algunas condiciones materiales que acorten o alarguen el periodo.
- Imprevistos: Un periodo de carencia puede ser muy útil como respuesta a situaciones imprevistas por alguna de las partes de un contrato. Por ejemplo, por el impago temporal de las cuotas de un préstamo o el retraso en la provisión de un servicio.
- Las ventajas de la aplicación de un periodo de carencia: Dependiendo del contexto contractual, el periodo de carencia puede ir en beneficio del comprador de un servicio o, todo lo contrario. Siempre es interesante preguntarse a quién beneficia la carencia antes de firmar una.
- Cambios y modificaciones: Generalmente, los periodos de carencia no son estáticos y conllevan consecuencias en otras partes del contrato. Pueden comportar un cambio de vencimiento del contrato, la modificación de los intereses de un préstamo, etcétera.
El periodo de carencia en un seguro
En la contratación de un seguro, a veces se establece por contrato un periodo de carencia durante el que la aseguradora no se compromete a responder ante imprevistos u otras obligaciones de carácter mayor.
En el caso de seguros médicos, la mayoría no imponen carencias para visitas o pruebas sencillas como radiografías o análisis de sangre. Sin embargo, es habitual que prevean un plazo determinado de tiempo hasta que tengas derecho a tratamientos más complejos.
Carencia en la Seguridad Social
En la Seguridad Social, entendemos por “periodo de carencia” el periodo mínimo de cotización que un trabajador debe haber contribuido para obtener ciertos derechos. Por ejemplo, para obtener prestaciones de riesgos comunes, la Seguridad Social establece un período mínimo que hayas trabajado.
Periodo de carencia en préstamos
En contratos de préstamos y créditos, la entidad bancaria puede pactar con el cliente un periodo de espera en caso de impago. Es habitualmente usado cuanto el cliente no puede abonar las cuotas de forma temporal, pero en muchas ocasiones conlleva asumir intereses más altos o cambios en la distribución de las cuotas futuras.
Periodo de carencia en el mercado de valores
Los periodos de carencia también son muy usados en la adquisición de títulos en mercados de valores como el mercado bursátil. El inversor puede pactar un plazo entre la adquisición del valor y su pago.
Otras aplicaciones del periodo de carencia
Esta cláusula contractual puede ser usada en tantas circunstancias distintas como tipos de contratos existen. Muchos de ellos también en ámbitos jurídicos. Por ejemplo, en la entrada en vigor de una ley, de un contrato mercantil, laboral, o incluso de una sentencia judicial. Un caso habitual sería el periodo de carencia para el pago de una multa como resultado de una sentencia judicial o de una fianza.
Como hemos visto, el periodo de carencia es aquel plazo establecido en un contrato entre la adquisición o imposición de un derecho u obligación y su efectividad. Su formalización debe ser clara y cumplir con toda una serie de características que son clave para su buen funcionamiento. Este periodo es usado en ámbitos tan distintos como en préstamos, seguros o inversiones, de modo que es fundamental procurar su correcta aplicación.
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