Obligacionista
Aunque pueda parecer que la palabra obligacionista hace referencia a algún aspecto técnico de difícil comprensión, la realidad es que esta figura se utiliza de forma muy habitual en nuestro país en el ámbito financiero. Por ello, en este artículo vamos a explicar qué es y qué derechos tiene el obligacionista, así como qué diferencias hay entre este y el accionista.
Qué es un obligacionista
Un obligacionista es cualquier persona física o jurídica que tiene en propiedad títulos de renta fija de cualquier emisor, empresa o Estado. Estos títulos de renta fija son bonos u obligaciones que hacen que el propietario de estos se convierta en acreedor del emisor de los títulos de los que es propietario. Los obligacionistas cuentan con prioridad a la hora de ver pagadas sus deudas en caso de liquidación de la entidad emisora de estas, pasando a los primeros puestos en el orden de cobro a la hora de la liquidación.
El obligacionista tiene garantizado el cobro del interés acordado sobre el valor nominal del título adquirido mientras conserve la propiedad del mismo, en cualquier caso, incluso el de quiebra de la empresa. También tiene asegurada la devolución del dinero que ha prestado a la sociedad emisora, respetando las cuotas y plazos acordados previamente.
En caso de que el mismo obligacionista fuera titular de varias obligaciones, cobrará los intereses en proporción al capital prestado, así como la totalidad del importe adelantado.
El obligacionista puede adquirir los títulos en las emisiones nuevas que se emiten en los mercados primarios o a través de la negociación en los mercados secundarios, organizados o no organizados (OTC).
Los títulos de renta fija hacen referencia a un tipo de inversión que está formada por activos financieros en los que el emisor tiene la obligación de pagar una cantidad y unos intereses en un periodo establecido. Estos bonos u obligaciones son emitidos por las empresas o países con el objetivo de obtener cierta financiación.
Aunque disfruta de ciertos derechos y garantías derivados de la compra de la adquisición de los títulos, el obligacionista no tiene la obligación de ejercer ningún tipo de función en la empresa, ya que no es propietario de la compañía emisora y no adquiere los derechos políticos asociados a ello.
Derechos del obligacionista
Cuando una persona física o jurídica compra bonos u obligaciones, pasa a tener la titularidad de estos y, con ello, puede disfrutar de algunos derechos. Entre esos derechos destacan los siguientes:
- Cobrar el interés pactado. Este interés es aplicado sobre el valor nominal del título y es un porcentaje que se acuerda de forma previa a la compra del título en cuestión.
- Devolución del dinero. Ya que la compra del título significa un préstamo al emisor del importe correspondiente al valor nominal del mismo, el obligacionista tiene derecho a recibir de vuelta ese importe.
Estos derechos generados por la compra y titularidad del título en cuestión se mantendrán en todo caso, aun cuando el emisor esté en situación de quiebra, siempre que se mantenga la propiedad del mismo y no se transfieran a terceros.
Otro derecho del que disfrutan los obligacionistas por el hecho de serlo es encontrarse en las primeras posiciones en cuanto al orden de pagos si el emisor de la deuda se encontrara en liquidación. Esta posición exacta dependerá de la calidad de la deuda que posea.
Diferencia entre obligacionista y accionista
Aunque puedan parecer conceptos similares, existen notables diferencias entre un obligacionista y un accionista.
El accionista es cualquier persona que tiene en propiedad acciones de una sociedad y cumple con funciones dentro de ella. El accionista tiene derecho a percibir un dividendo y un porcentaje derivados de la propiedad de las acciones y puede vender estos títulos en el mercado libre.
En el otro lado, el obligacionista es una persona que presta una cuantía de dinero al emisor de los bonos u obligaciones y recibe un título que le genera como derechos el cobro de los intereses pactados por el préstamo y la devolución del importe prestado.
De estos dos conceptos obtenemos que la principal diferencia entre obligacionista y accionista recae en que el primero es únicamente un acreedor que ha prestado dinero y tiene el derecho a recibirlo junto con los intereses pactados, mientras que el accionista forma parte de la empresa emisora como socio de la misma.
Como hemos visto en este artículo, el obligacionista es aquel que adquiere títulos de deuda emitida por una empresa o estado que utilizan los bonos u obligaciones para obtener financiación. Con la propiedad de estos títulos tiene derecho a recibir el dinero devuelto más unos intereses pactados de forma previa. Se diferencia del accionista en que este realiza funciones y forma parte de la sociedad emisora y el obligacionista únicamente presta dinero que recibe junto con los intereses pactados previamente.
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