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Nombre comercial

por Software DELSOL

Uno de los elementos más importantes, y esenciales, que una empresa debe tener es un nombre comercial que sea claro y único. Pero aunque básico y fundamental, es muy sencillo confundir el nombre comercial de una compañía con otros elementos como la denominación social o la marca. Cada uno tiene una función y una razón de ser distinta, por lo que, dado que nos acompañará durante toda la vida de la empresa, es importante distinguirlos.

¿Qué es el nombre comercial y cómo se usa?

El nombre comercial de una compañía es cualquier signo distintivo que permite reconocer a una empresa en su sector comercial de una manera clara y concisa. Todos los signos distintivos que le dan forma al nombre comercial de la entidad son susceptibles de tener una representación gráfica que sirva para identificar correctamente y de manera concisa a la misma en el mercado, y ante los consumidores frente a otras empresas que tengan la misma actividad o una muy parecida de su mismo sector.

Es habitual encontrarnos con algunas confusiones respecto al nombre comercial y otros términos muy relacionados con el mismo. Como sucede con la denominación social de la empresa o las marcas registradas de la misma. Una vez que expliquemos sus diferencias, será mucho más sencillo entenderlo. Después de todo, hay elementos esenciales que toda compañía debe tener como denominación social, nombre comercial y al menos una marca de productos o servicios que vender a su buyer persona.

¿En qué se diferencia el nombre comercial de la denominación social?

Mientras que el nombre comercial sirve para identificar comercialmente a una empresa, la denominación social permite reconocerla de manera clara como entidad o persona jurídica a nivel legal. Es decir, en los documentos legales que deba firmar la compañía no aparecerá el nombre comercial, sino que lo hará la denominación social que se ha registrado en el momento de la creación de la misma.

Es posible confundirlas porque está permitido que un negocio explote comercialmente el mismo nombre que ha elegido como denominación social. En estos casos, tenemos el mismo nombre comercial que denominación social, pero a efectos legales, son dos elementos distintos. Sencillamente podemos encontrarnos con empresas que decidan emplear las mismas palabras en ambos casos, aunque perfectamente pueden ser distintos.

A modo de ejemplo, un mago llamado José González puede hacerse llamar en sus espectáculos José Houdini. En este caso, la denominación social sería José González, pues firmará cualquier documento legal con esos datos, mientras que su nombre comercial ha decidido que sea José Houdini. Podría haber elegido perfectamente José González, pero no tenía la obligación de que coincidiese si no quería hacerlo.

¿En qué se diferencia un nombre comercial de una marca?

El concepto de marca es el que más se confunde generalmente porque ambos tienen un objetivo común: identificar claramente a la empresa y diferenciarla del resto de compañías con productos similares o idénticos.

La diferencia entre un nombre comercial y una marca es que el primero busca distinguir sin ninguna duda la compañía en su conjunto del resto de empresas competidoras, mientras que la marca permite que podamos diferenciar los distintos productos o servicios que una compañía está comercializando. Como tanto nombres comerciales como marcas usan signos gráficos para diferenciarse, es fácil entender la confusión que puede darse.

Hay otra gran diferencia entre ambos conceptos: como negocio solo podemos tener un único nombre comercial, pero en cambio sí que podemos crear todas las marcas comerciales que queramos para distinguir cada una de nuestras líneas de productos o servicios.

De igual manera, podemos registrar las marcas de manera internacional para expandir su mercado objetivo, mientras que nuestro nombre comercial no puede registrar distintos nombres para trabajar en cada país. Lo mismo sucede con la explotación o la cesión de una licencia de explotación, las marcas pueden ser cedidas o compradas, mientras que los nombres comerciales son exclusivos del registrador.

¿Qué elementos pueden darle forma a un nombre comercial?

Dentro de un nombre comercial podemos emplear cualquiera de estos elementos:

  • El uso de nombres patronímicos, así como su razón social o la denominación social y jurídica de la entidad.
  • El empleo de denominaciones de fantasía —el nombre habitual recibido por la empresa—.
  • Contar con denominaciones que hagan referencia al objeto de su actividad comercial.
  • La utilización de anagramas y logotipos, así como de imágenes, figuras o ilustraciones creados para la empresa.

Eso sí, no es necesario que se empleen todos ellos, sino que son opciones que están permitidas para su uso. Dependerá de nosotros decidir cuáles queremos usar.

¿Qué no puede registrarse como nombre comercial?

De igual manera que hay una lista de elementos permitidos, para evitar confusiones con otras empresas, existen una serie de elementos o signos que no se permiten en el nombre comercial de una empresa. Estos elementos son:

  • Aquellos signos idénticos a los de una marca ya existente y que explote los mismos productos o servicios.
  • Los nombres que puedan invitar a confusión al consumidor de los mismos porque se asocie a una marca anterior.
  • El nombre de una persona civil o el empleo de su imagen cuando no sea nuestra propia imagen, sino que sea de una persona distinta a la de quien solicita el nombre comercial.
  • El nombre, apellidos, o mote o cualquier signo que los consumidores tengan asociado a una persona diferente de nosotros como solicitantes del nombre.
  • Aquellos signos que simulan o modifiquen productos o servicios protegidos por derecho de autor o propiedad intelectual de otras marcas o nombres comerciales ya existentes.
  • Las marcas empleadas por un representante.

En general, todos aquellos elementos y signos que puedan generar confusión en el consumidor con otras marcas o nombres comerciales.

Como podemos ver, el nombre comercial tiene una serie de pautas sencillas de seguir para elegir el que queremos emplear. De la misma manera, es posible diferenciarlo con claridad de otros conceptos ligados al nombre comercial, como las marcas o la denominación social, solo tenemos que recordar qué es aquello que empleamos para diferenciar claramente a la empresa frente al resto de compañías similares de su mercado.

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