Macroentorno
Para una empresa el macroentorno es el conjunto de variables (realidades o circunstancias), externas a la misma y sobre las que no tiene ninguna posibilidad de influir, pero que afectan a su actividad, resultados y posibilidades.
Es absolutamente necesario que la empresa se ocupe, dedique tiempo y recursos, en conocer su macroentorno porque está obligada a ajustarse a él, es decir, en su planificación y toma de decisiones debe tenerlo en cuenta para que sean realistas y eficaces.
Cualquier decisión o proyecto que no tenga en cuenta el macroentorno va a ser errónea y a producir resultados negativos.
En los siguientes apartados vamos a ver esas realidades o circunstancias que forman parte del macroentorno:
Circunstancias Demográficas
Hablamos aquí de la población que se encuentra en el entorno de la empresa, tanto del número de personas como de su naturaleza y composición: distribución por sexos, nivel de estudios, nivel cultural, distribución por edades, tasas de natalidad y mortalidad, pirámide poblacional, distribución geográfica, movimientos migratorios, etc.
Circunstancias Económicas
Por un lado está la capacidad económica de nuestros posibles compradores: respecto de la población que hemos visto en el punto anterior deberemos conocer su poder adquisitivo y nivel de renta con datos como los niveles retributivos de la zona (es decir, lo que gana la gente), el porcentaje de paro, cómo se ahorra, indicadores como el PIB o el PNB, los tipos de interés, la inflación, los créditos, etc.
Por otro lado también hay realidades económicas que afectan a la actividad de nuestra empresa directamente como las políticas monetarias del Estado, los mismos indicadores económicos del punto anterior (como el PIB, el paro, el crédito, las tasas de interés), los tipos de cambio, etc.
Circunstancias Políticas
Además de las políticas económicas del Estado, que hemos mencionado en el punto anterior, y de las fiscales, de las que hablamos más adelante, existen otras muy importantes para la empresa como:
- La organización administrativa: provincias, Comunidades Autónomas, ayuntamientos que tienen sus propias normas y crean un ámbito de actuación diferente.
- La existencia de Lobbies, grupos de presión u otro tipo de grupos de personas o instituciones que tengan poder.
- El sistema político.
- Determinadas políticas del Estado como, por ejemplo, las políticas de igualdad que nos obligarán a tener un número equiparable de hombres y mujeres trabajando.
- Las políticas de ayudas, subvenciones, fomento de determinadas actividades.
- La posibilidad de contratar con administraciones u organismos públicos para sus servicios.
Circunstancias Legales
La normativa que existe en el ámbito de la empresa a todos los niveles (en nuestro caso la Europea, la nacional, la autonómica y la municipal) puede regular, limitar la actividad de la empresa y, también, a sus productos. Por ejemplo:
En el ámbito laboral la empresa contratará y mantendrá la relación con sus trabajadores según las normas, en España el Estatuto de los trabajadores y los convenios colectivos aplicables a cada tipo de actividad.
En este mismo ámbito laboral existen, también, regulaciones sobre seguridad e higiene en el trabajo y prevención de riesgos laborales con procedimientos y normas que hay que cumplir.
En el ámbito financiero existen multitud de normas y regulaciones relativas al crédito, a los plazos de pagos y cobros, a las formas de pago y a la estructura del balance de la empresa.
Respecto de permisos y licencias debe tenerse en cuenta que existen normas para casi todo, desde abrir un local al público hasta utilizar un vehículo de reparto, además de la posible regulación o limitación de determinadas actividades o productos.
Caso aparte son los contratos con las administraciones públicas que están regulados legalmente y a los que es posible que la empresa pueda acceder.
Las normas sobre tratamiento y protección de datos personales.
Circunstancias fiscales
Indudablemente el sistema fiscal en que se desenvuelve la empresa es uno de los primeros condicionantes de su actividad.
Los impuestos indirectos como el IVA u otros específicos, van a añadir unos porcentajes a los precios de sus bienes o servicios por lo que afectarán directamente a sus políticas de precios, además de suponer un coste en su gestión por parte del departamento administrativo de la empresa.
Los niveles de presión fiscal, es decir, los impuestos que debe pagar la empresa por obtener resultados económicos, también son, obviamente, un condicionante de primer orden.
Pero esta presión fiscal no afecta sólo a la propia empresa, también a sus socios y a otras personas que participan de su actividad, como proveedores o clientes, debiéndose tener en cuenta.
La normativa tributaria también afecta a la estructura de su balance contable ya que las normas de contabilidad y las de Hacienda no siempre coinciden, debiendo en estos casos (muy frecuentes) realizarse ajustes extracontables para cumplir las normas tributarias.
Por último, pero no menos importante, el sistema fiscal también afecta a los compradores de los bienes y servicios de la empresa, tanto si son otras empresas como si son consumidores finales, aumentando o limitando su capacidad de gasto y de compra.
La seguridad jurídica
La existencia de la seguridad jurídica es esencial para que pueda existir una empresa y realizar inversiones económicas.
Para que haya seguridad jurídica es necesario, en primer lugar, la existencia de un sistema jurídico, un cuerpo de normas que regulan los diferentes aspectos de la actividad y, en segundo lugar, que esas normas jurídicas se cumplan sin ninguna duda y sin quedar al arbitrio de decisiones discreccionales.
Consiste, por tanto, en que el inversor y/o empresario sabe que sus derechos van a ser protegidos por el Estado: si un deudor no le paga podrá acudir a un procedimiento judicial para cobrar, si una norma le permite hacer algo de determinada manera puede hacerlo sin que se lo puedan prohibir y, por fin, que su patrimonio empresarial está protegido y no podrá ser confiscado ni podrá el Estado ni ninguna otra persona apropiarse de él.
Circunstancias Naturales
En el caso de que la empresa utilice materia prima natural, todo lo que afecte a la producción y venta de esa materia prima es de importancia capital para el proceso productivo.
Circunstancias Tecnológicas
Debemos contar con las infraestructuras que existen, las innovaciones y patentes que ya se aplican.
El avance tecnológico hace que este Siglo XXI nuestro sea, ya, muy diferente del pasado, posibilitando actuaciones empresariales que hace no mucho eran impensables como, por ejemplo, la comercialización y promoción de nuestros bienes y servicios a través de Internet.
Por otro lado también hace que determinados negocios estén obsoletos y desaparezcan, por ejemplo ya no existen videoclubs o fabricantes de guías telefónicas.
Circunstancias Socio-culturales
Los estilos de vida, los valores y las creencias de las personas que componen la sociedad son determinantes tanto para concretar cuales son los productos o servicios que vamos a producir o vender como para elegir las estrategias de marketing y distribución y puntos de venta. Debe la empresa adaptarse a este ambiente social.
El medio ambiente
Deben tenerse en cuenta las políticas medioambientales del Estado, pueden limitar la actividad empresarial, sobre todo en los casos de que tal actividad sea, o pueda ser, contaminante.
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