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Liquidación

por Software DELSOL

 

Apenas nos introducimos en conocer el término liquidación y ya observamos una gran variabilidad tanto en sus definiciones básicas como en los campos en los que se aplica para concretar realidades distintas. Su relación etimológica (del verbo latino liquere) se entrelaza principalmente con las concepciones de saldar una deuda y de matar, que de manera menos literal se traduce en finalizar un proceso que estaba o había estado en desarrollo. 

El Diccionario de la Real Academia Española tiene para el verbo "liquidar" un total de 12 acepciones; en general, vienen a referirse poner término a algo relacionado con el individuo (una situación, una relación), pero también con sus relaciones económicas (finalizar las deudas, los productos a la venta, las cuentas, un negocio, etc.).

En los siguientes apartados iremos desgranando la información concreta del término liquidación, pero ya hemos podido ver una aproximación a sus campos de referencia, siendo principalmente el que nos interesa la finalización de una relación o un estado económico. 

Liquidación de inventario

El primer ejemplo que veremos en el que se utiliza el término es una situación que todos hemos presenciado en algún momento, como consumidores usuales que somos. Principalmente por el término de una temporada de venta (en el caso textil, por ejemplo, las colecciones de una estación estival; en el caso de grandes corporaciones, eventos festivos como las Navidades) o bien porque es necesario reducir la cantidad de material almacenado. Esta decisión puede provenir de diversas causas: se requiere rápidamente el dinero, hay un exceso de productos, hay que realizar una mudanza o una reforma etc.

Esta decisión empresarial suele ser muy bien acogida por el público general y los consumidores, ya que a consecuencia de que los productos han de ser vendidos, se descuentan de su precio una parte proporcional generalmente muy alta. Los precios considerablemente más bajos que en otros momentos (y que otras corporaciones de la competencia) suelen cumplir con el cometido: las ventas se disparan, y puede llegar la siguiente estrategia.

Liquidación de empresa

En este segundo caso, la liquidación sucede cuando una sociedad o empresa se declara en bancarrota, es decir, que ni su balance ingresos/gastos es beneficioso ni hay posibilidad de que mejore en un tiempo futuro asumible. Como en el caso anterior se vendían los productos, en esta liquidación de tipo contable se venden los activos, es decir, todos aquellos recursos de valor en los que se ha invertido y que se esperaba de ellos que dieran un beneficio, ya fuera económico o no. 

Es lógico pensar que antes de que llegue la bancarrota, se suceden las deudas. Es esta la razón por la cual estos derechos y bienes empresariales necesitan ser vendidos, para saldar las cuentas y las deudas, las cuales muchas están directamente relacionadas con sus acreedores. Estos, que básicamente son las personas (físicas o jurídicas) que habían invertido en la empresa a cambio de un beneficio, van a ser pagados con el dinero obtenido de esa liquidación, de esa venta premeditada y, con toda seguridad, poco ventajosa (al igual que los descuentos de antes).

Además, durante todo este proceso, se crean unos cargos situacionales, los liquidadores, que serán los responsables de gestionar la deuda, las transacciones, el pago a los acreedores, las cuestiones legales, la venta de bienes etc.

Liquidación tributaria

Realizamos una pequeña parada para comentar que también el término liquidación se aplica en el proceso en el que se fija y se paga la cantidad que un ciudadano, por pertenecer al entramado del Estado en el que se encuentre, tiene que pagar a modo de impuestos, sucedidos, como es usual, de manera periódica y/o variable. 

Liquidación de nómina

Por último, en la liquidación de nómina o empleo vamos a distinguir entre dos tipos. En el primero y más simple, este término se refiere al pago de una deuda constituida previamente en un contrato (y que, fuera del entorno laboral, ocurre ante las mismas condiciones en las diversas relaciones bancarias).

Por otra parte, y utilizada de manera más común, la liquidación o finiquito se refiere al documento que un trabajador recibe una vez que su actividad en una empresa ha llegado a su fin, procediéndose a un pago extraordinario hacia el trabajador. De nuevo, es el resultado del término de una relación, en este caso laboral, y supone el punto final en la existencia de un contrato laboral

Bien sea por extinción del periodo, por despido o por abandono voluntario, esta liquidación de nómina, gestionada por el empresario, tendrá en cuenta diversos parámetros que permitirán el pago final respecto a los servicios ofrecidos por el trabajador: tiempo trabajado, vacaciones, tipo de indemnización, sueldo...

El término liquidación puede aplicarse en muchas ocasiones y para referirse a situaciones diversas; lo que hemos demostrado es que siempre induce al fin de un estado, colaboración o proceso. Entender este concepto nos ayudará mucho de cara al futuro, puesto que los finales son inevitables y debemos ser inteligentes para su correcta gestión, para así, con determinación, convertirlos en nuevos comienzos.

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