Liga Hanseática
La Liga Hanseática fue una importante confederación de ciudades comerciales que surgió en el año 1358 y extendió su influencia durante casi 300 años, reuniendo en un interior en su momento de máximo poder a cerca de 200 ciudades del norte de Europa. La finalidad de esta unión de ciudades era tanto comercial como política. Por un lado, buscaba fomentar el comercio entre sus ciudades de manera segura contra la piratería y los asaltos, y a la vez que mejoraban su posición en las negociaciones como grupo. Y por otro lado la Liga buscaba defender sus privilegios de ciudades libres, o de regio patrimonio, frente al sistema feudal que gobernaba en la época de su aparición.
La importancia de la Liga Hanseática en la historia está fuera de toda duda, pues no solo fue red comercial de gran valor, sino que, a fin de defender sus intereses, contaba con un poder militar que convirtió a la Liga en una confederación que participó activamente en guerras y conflictos bélicos, siendo muy conocida la guerra contra Dinamarca que llevó a cabo en 1368.
¿Cuál fue el origen de la Liga hanseática?
La creación de la Liga Hanseática surgió de la necesidad de cooperación entre los comerciantes de la época para hacer frente a la gran fragmentación territorial que existía. Esa división tanto política como de territorios creaba una gran inseguridad para el comercio. La Liga ejercía su influencia principalmente en torno a las ciudades del norte de Alemania y puntos comerciales repartidos por distintos enclaves del mar Báltico, así como Países Bajos, Suecia, Polonia o Rusia en un primer momento.
La ciudad de Lübeck fue especialmente importante en esta época, pues su localización hizo que fuese un enclave esencial en el comercio marítimo de la zona al unir el mar del Norte con el mar Báltico a nivel comercial. En el año 1356 tuvo lugar en Lübeck la primera reunión de las ciudades comerciales que formarían la Liga en sus inicios, formalizando oficialmente la Liga Hanseática dos años después, en 1358. Por ese motivo, los historiadores han señalado la ciudad de Lübeck, a orillas del mar Báltico, como el punto de origen de la Liga Hanseática.
Expansión y crecimiento del poder de la Liga Hanseática
En un primer momento, Lübeck tiene un especial protagonismo como punto de expansión de la Liga gracias a su emplazamiento en el mar Báltico. A consecuencia de su localización, pronto se llegaron a acuerdos de cooperación con otras ciudades, que se convirtieron en aliadas de la Liga. Fue especialmente importante el acuerdo firmado con la ciudad de Visby, pues permitió a la Liga Hanseática poder comerciar libremente con el puerto ruso de Novgorod.
De esta manera, la Liga tenía a su disposición una ruta que comercial que abarcaba desde Escandinavia hasta la misma Rusia.
Como consecuencia de estos tratos comerciales que la Liga fue consiguiendo, cada vez más ciudades se unieron a ella hasta ser 170 ciudades miembro que colaboraban entre sí para garantizar unas condiciones comerciales más favorables y seguras para sus intereses.
Algunos hitos que reflejan la fuerza que la Liga llegó a tener
Para garantizar la seguridad de sus rutas y luchar contra la piratería, la Liga Hanseática contaba con un fuerte sector de construcción naval, que además de construir las naves, también entrenaba a sus propios marinos para trabajar a sus órdenes. Este aumento de poder hizo que además de vender sus navíos a toda Europa, también tuviera la fuerza para declarar en 1368 la guerra al rey Valdemar IV de Dinamarca como respuesta al saqueo y la ocupación de la ciudad de Visby por parte de Dinamarca. Tras dos años, el rey Valdear IV fue obligado a pagar indemnizaciones y ofrecer tierras a la Liga, además de otorgarle el monopolio en Escandinavia y el 15 % de los beneficios del comercio dentro del territorio danés.
¿Por qué desapareció la Liga Hanseática?
Si bien el poder que tenía la Liga era considerable y podía competir de igual a igual con los reinos feudales, también tenía una serie de problemas que no supo resolver. Problemas que fueron mermando su eficacia y que, con el paso del tiempo, hicieron que la Liga perdiera fuerza hasta llegar a desaparecer en torno al 1630. En esencia, fueron cinco las razones que llevaron al declive de esta próspera unión.
1. Independencia de ideas y falta de unidad
Aunque había un objetivo común para todas las ciudades que formaban la Liga, no existía una unidad política real que llevara unas directrices claras. Eso suponía en la práctica que las ciudades miembro no se involucraron en la gestión de la Liga de manera real.
Las asambleas de la Liga se hacían de manera irregular, y para empeorarlo era habitual que muchas de las ciudades integrantes de la Liga no enviaran a ningún representante a las mismas. Era evidente pues, que el interés real estaba en la cooperación comercial.
2. Exclusión comercial
Aunque pertenecer a la Liga tenía muchas ventajas para las ciudades del norte de Europa, no en todas partes eran bien vistos. En muchas ciudades que no pertenecían a la Liga, los comerciantes que sí formaban parte de ella, se veían excluidos o forzados a comerciar solo en un área muy concreta de la ciudad.
3. Creación de los Estados soberanos
El surgimiento de los actuales Estados soberanos que reemplazaron el feudalismo de la época fue el mayor golpe para la Liga Hanseática. Estos Estados supusieron una limitación real de la libertad para las ciudades de la Liga. En la práctica, estas ciudades se encontraban ligadas a las normas del Estado y debían responder ante el mismo de sus acciones.
4. Descubrimiento del nuevo mundo y disminución de las rutas comerciales
Con el descubrimiento de América, las rutas comerciales se ven radicalmente alteradas y la importancia del mar Báltico en el comercio internacional pierde fuerza. Además, el descubrimiento de este continente llevó a los Estados soberanos de Inglaterra y Holanda a crear una mayor flota naval, tanto comercial como bélica, para defender sus rutas de comercio. Esto impactó negativamente en la influencia de la confederación de ciudades de la Liga, pues no podía competir con ellas.
5. Conflictos armados con las nuevas potencias
Para terminar de empeorar la situación en la que se encontraba, la Liga Hanseática entró en conflicto con Inglaterra, donde la Liga perdió una gran cantidad de naves a manos de los ingleses en 1589. Un duro golpe que se juntó a la guerra de los Treinta Años, que también mermó aún más el cada vez menor poder de la Liga.
Al final, solo Lübeck, Bremen y Hamburgo seguían formando parte de la Liga en el 1630, pudiendo darse por acabado en aquel momento la Liga Hanseática. Al menos, por el momento.
Renacimiento de la nueva Liga Hanseática
También conocida como la Liga Hanseática 2.0, tiene como fin el fomento del turismo y el comercio dentro de parte de los países que conforman la Unión Europea. En la actualidad, estos países próximos al mar Báltico y el mar del Norte, buscan crear una nueva Liga Hanseática enfocándose en el desarrollo de la zona a través de medidas fiscales y económicas.
Su objetivo no es salir de la Unión Europea como quizá pueda parecer en un primer momento, sino que apoyan políticas de mejora fiscal en los estados miembros frente a las medidas de Bruselas que fomenta una política de integración de gasto común para afrontar el proyecto europeo.
La separación de Reino Unido ha dado una mayor visibilidad a este movimiento, cuya importancia actual aún está por determinarse, y cuenta con ciudades miembro en 15 países de la Unión Europea.
Como se puede ver, la Liga Hanseática ha tenido un gran peso en la historia europea durante siglos, y ha demostrado lo fuerte que puede ser una unión económica para el desarrollo de todo un continente. Con el resurgimiento de la nueva Liga Hanseática, queda por ver en las siguientes décadas cómo evolucionará en su afán de mantener el espíritu comercial de su predecesora.
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