Filial

En el mundo de las finanzas una filial es aquella empresa que está controlada de forma directa o indirecta por otra empresa principal denominada matriz o holding. Etimológicamente hablando, filial es una palabra de origen latino que se traduce como perteneciente o relativo a los hijos y que deriva del sustantivo filius del latín hijo.

Así pues, una filial es una empresa hija que depende de una empresa madre con diferentes grados de autonomía en función del objetivo por el que ha sido creada o adquirida. En cualquier caso, el control de la filial se lleva a cabo mediante el paquete accionarial perteneciente a la matriz, por lo general superior al 50 %.

Por otro lado, es habitual que las filiales sean directamente adquiridas por grandes compañías que asumen el control accionarial de empresas emergentes o de menor calado, ya sea para inyectar recursos y aprovechar el buen funcionamiento de estas empresas o como estrategia para reducir cierta competencia.

Asimismo, las empresas matrices pueden hacer una escisión convirtiendo en filial un sector de la empresa ya sea para optimizar los resultados o para que no perjudique al resto del operativo en caso de un mal rendimiento.

Como en el juego de las muñecas rusas, la matrioshka, una empresa filial puede convertirse a su vez en una compañía matriz teniendo el mando de otras filiales propias, de tal forma que se crean entramados corporativos denominados grupos, que pueden llegar a tener una gran complejidad, sin que necesariamente todos sus componentes se dediquen al mismo sector.

Motivos para crear una filial

Existen un buen número de motivos por los que las grandes empresas o corporaciones apuestan por tener filiales. Razones que como es lógico atienden a las estrategias comerciales de cada una de para obtener un mayor beneficio, sin embargo, hay tres que son muy habituales.

En primer lugar, es una manera de evitar riesgos económicos al presentar balances negativos. Para explicarlo en términos llanos sería una forma de curarse en salud ante la posibilidad de que las cuentas de la empresa matriz no alcancen niveles óptimos. Una filial puede aportar una mejora sustancial en los balances generales del holding o al menos equilibrarlos.

En segundo lugar, es una interesante opción a tener en cuenta cuando se trata de ampliar las operaciones de la empresa matriz a otros países o regiones del mismo país con distinta regulación, como es el caso de los diferentes estados de la unión americana o nuestras comunidades autónomas.

Por lo general será más fácil crear o adquirir una filial en el extranjero que operar directamente desde otro país, ya que esta empresa filial se adaptará mejor a la legislación vigente de cada país.

Por otro lado, el hecho de tener una filial sobre el terreno en cuestión puede redundar en beneficios, pues permitirá conocer mejor el mercado objetivo ofreciendo un producto o servicio más adecuado a las necesidades de cada región.

Una última razón a tener en consideración son los beneficios fiscales que puede suponer crear filiales. En algunos casos es todo un alarde de ingeniería fiscal con los que se consigue reducir considerablemente el montante a pagar al fisco.

Sucursal

Llegados a este punto es importante subrayar que una filial no es en ningún caso una sucursal o una división administrativa integrada en una gran compañía. Al contrario, se trata de una empresa diferente, aunque esté controlada por una empresa matriz.

La autonomía del filial

Si bien la empresa filial debe rendir cuentas al holding al que pertenece, existen distintos grados de vinculación entre ambas.

Podemos encontrarnos con una dependencia absoluta, en cuanto a que la empresa matriz tiene el control completo de su filial, lo que se conoce como wholly owned o empresa libro, ya que la filial se limita a pasar los libros de contabilidad a la matriz y a seguir las directrices.

En el otro extremo, encontramos empresas filiales que son completamente autónomas en su funcionamiento, con libertad absoluta para llevar a cabo de forma independiente sus propias estrategias, eso sí reportando puntualmente sus resultados.

En el medio de estos dos extremos encontramos toda una amalgama de posibilidades en cuanto al funcionamiento de las filiales y su dependencia con la empresa principal en función de la estrategia de cada grupo.

Regulación y fiscalidad

Una filial se rige por la legislación vigente que exista en el país en el que tiene su sede, siendo una entidad jurídica independiente. En lo que se refiere a nuestro país puede adoptar las distintas formas recogidas en nuestra legislación como por ejemplo Sociedad Limitada o Sociedad Anónima.

En cuanto a la fiscalidad en España las filiales tendrán que tributar como el resto de empresas en relación con el impuesto sobre sociedades.

Podemos concluir que una filial es una empresa que se caracteriza porque está controlada, a través de un paquete accionarial mayoritario, por otra empresa matriz. Como en toda relación materno filial existen distintos grados de dependencia en función de la autonomía que se quiera conceder al filial.