Fair play financiero

Hoy en día cualquier institución que rija la vida y la actividad económica (léase, Gobiernos, organizaciones internacionales, etc.), tienen la tendencia natural a controlarlo todo a través de diversos organismos creados “ad hoc”, y entre esas actividades económicas, el fútbol no es una excepción dada la cantidad de dinero que de forma directa e indirecta se mueve en torno a este deporte.

Nos vamos a referir en este artículo al mecanismo de control que tanto la UEFA desde el punto de vista de competiciones internacionales, como la Liga de Fútbol Profesional en la competición doméstica (española en nuestro caso), poseen para controlar el estado económico de los clubes de fútbol. Ese mecanismo de control financiero es el denominado comúnmente Fair Play Financiero.

El Fair Play Financiero de la UEFA

El control que la UEFA ejerce sobre los clubes europeos a fin de cumplir con las buenas prácticas económicas lo hace a través de un texto normativo denominado “UEFA Club Licensing and Financial Fair Play Regulations”. Su objetivo es, fundamentalmente, evitar que los clubes se endeuden por encima de sus posibilidades y el Organismo de la UEFA encargado de implementar y hacer cumplir estas buenas prácticas financieras es el Comité Financiero de Control de Clubes (CFCB).

Las reglas del Fair Play Financiero son muchas pero resumiremos las más importantes:

• Los clubes deben acreditar que no tienen deudas pendientes de pago con otros clubes, con sus técnicos o jugadores o con el Fisco.
• Para evitar que los clubes acometan operaciones económicas que no guarden relación con sus ingresos reales, sólo se les permite gastar hasta 5 millones de euros más de lo que ingresan en tres años, pudiéndose exceder estos límites cuando se trate de aportaciones directas de sus propietarios, en cuyo caso el límite será un máximo de 30 millones de euros, cantidad esta que va decreciendo año a año.
• El incumplimiento de las normas de Fair Play Financiero conlleva una serie de sanciones que según la gravedad del incumplimiento y la posibilidad o no de restablecer el equilibrio económico van desde la simple amonestación a la descalificación o retirada de premios obtenidos, pasando por multas, retirada de puntos en competiciones deportivas, o la prohibición de inscripción de jugadores.
• A fin de evitar los llamados “clubes - estado” se investigarán las inversiones procedentes de empresas o gobiernos relacionados con el presidente del club.
• Existe un deber de información al CFCB por parte de aquellos clubes que lleguen a acuerdos de propiedad sobre los derechos económicos de sus jugadores con terceros (no obstante esta situación está prohibida por la FIFA a nivel mundial con el objetivo de evitar la especulación de fondos de inversión en el mundo del fútbol).

El Fair Play Financiero de la Liga de Fútbol Profesional (LFP)

En la competición nacional se regula a través del “Reglamento de control económico de los Clubes y Sociedades Anónimas Deportivas afiliados a la Liga Nacional de Fútbol Profesional”. Este Reglamento prevé un mecanismo mucho más estricto que a nivel UEFA, en el que el “Comité de Control Económico” es el Organismo encargado de implementar y hacer cumplir las normas de Fair Play Financiero.

Resumimos las normas más importantes de Fair Play Financiero a nivel de la LFP:

• Los clubes deberán afiliarse a la LFP para participar en sus competiciones y presentar al Comité sus cuentas anuales, informes de auditoría, estados contables intermedios así como diversa documentación complementaria económico-financiera.
• La labor de control del Comité es fiscalizar que los clubes no tengan deudas pendientes con otros clubes, empleados y la Administración pública, determinando para cada club el llamado el “punto de equilibrio”, cuyo incumplimiento de forma reiterada puede acarrear medidas sancionadoras.
• El incumplimiento por parte del Club de las normas del Fair Play Financiero dará lugar a la imposición de sanciones fundamentalmente económicas cuya cuantía hasta tres millones de euros, varía según si la infracción es muy grave, grave o leve, no obstante en los casos más graves y sobre todo en los de reincidencia se puede llegar a la prohibición de fichar jugadores para la temporada siguiente o incluso el descenso administrativo de categoría.

Las reglas de la LFP son mucho más estrictas que las de la UEFA, y siguen el criterio de que las infracciones económicas se sancionen económicamente, y las de carácter jurídico o deportivo, que tengan corrección jurídica o competitiva, estas últimas más disuasorias para los clubes ya que comprometen a su masa social y a su propia afición que son los verdaderos auditores de la buena gestión de los clubes.

Como conclusión podemos decir que siendo el mundo del fútbol un mercado muy cerrado y con una conexión e interdependencia económica evidentes, tanto la UEFA como la LFP ejercen un doble control sobre los clubes de fútbol a fin de evitar situaciones de desequilibrio económico y sobreendeudamiento como las acontecidas en el pasado, garantizando, en la medida de las posibilidades, la limpieza económica en este deporte.