Desarrollo profesional

Cualquier profesional sabe que, para mantener un alto grado de autoexigencia y alcanzar el éxito en la vida laboral, es fundamental ser capaces de trabajar el desarrollo profesional. Sin duda, esta capacidad es la que marca la diferencia entre un trabajador brillante y un trabajador mediocre.

No obstante, el desarrollo profesional no es solo tarea del propio trabajador, también las empresas tienen un papel clave en esta cuestión, debiendo planificar desde un inicio el desarrollo profesional de su plantilla de trabajadores, sobre todo cuando se quiere retener talento.

¿Qué es el desarrollo profesional?

El desarrollo profesional es un conjunto de acciones que se llevan a cabo por el propio trabajador o por la empresa que lo contrata para aumentar o reforzar su puesto de trabajo.

No obstante, el desarrollo profesional no se puede desligar del desarrollo personal, ya que ambos tienen una vinculación muy estrecha. Es por esto por lo que es fundamental entender ambos desarrollos de forma conjunta e integral, buscando la evolución de las habilidades del trabajador y su bienestar personal y laboral, pues todos estos elementos redundarán en el rendimiento del empleado.

Ventajas de apostar por el desarrollo profesional

Apostar por el desarrollo profesional cuenta con no pocas ventajas tanto para los propios trabajadores como para la empresa. Son los siguientes:

• Cuidar del desarrollo profesional redunda positivamente en el crecimiento que un trabajador experimente como profesional.
• Conlleva un aumento de sueldo para el trabajador.
• Aumenta la satisfacción del trabajador, quien se encuentra realizado profesionalmente. Esto, como no puede ser de otra manera, afecta positivamente al desarrollo personal del trabajador.
• Adquisición o desarrollo de la habilidad de liderazgo. Los trabajadores se vuelven más proactivos y resolutivos, sobre todo en situaciones de estrés.
• Aumento de la productividad y el rendimiento laboral. Esto es una gran ventaja para la empresa, pues redundará positivamente en los beneficios que se obtengan con la actividad empresarial.
• Mejora la capacidad para trabajar en equipo. La motivación de un trabajador debido a un buen desarrollo profesional suele contagiarse al resto del equipo, lo que facilita el trabajo, consiguiendo mejores resultados y aumentando la rentabilidad para la empresa.
• Retención del talento. Los profesionales que se sienten valorados, y teniendo en cuenta que no solo es importante el sueldo para un trabajador, se quedan en la organización empresarial y hacen suyos los intereses de la compañía. Esto es, sin duda, fundamental para aquellos perfiles profesionales de mayor talento y que la empresa no quiere perder.
• Fidelidad a la empresa. Los trabajadores que han vivido su desarrollo profesional en la empresa son fieles a la misma, existiendo un vínculo muy fuerte entre ambas partes.

Etapas del desarrollo profesional de un trabajador

El desarrollo profesional tiene diferentes etapas. En concreto, cinco etapas:

• Etapa de crecimiento: va hasta los 14 años de edad. Durante esta etapa, el individuo explora sus intereses y habilidades y va forjando su personalidad, escogiendo las áreas en las que se quiere formar.
• Etapa de exploración: va desde los 15 años hasta los 24 años de edad. En esta etapa la persona da los primeros pasos hacia el desarrollo profesional, encontrando qué le interesa y focalizando su formación en sus intereses y habilidades.
• Etapa de establecimiento: va desde los 25 años hasta los 44 años de edad. Durante esta etapa, la persona define su verdadera personalidad y comienza a construir su carrera profesional, adentrándose en el mercado y buscando oportunidades de desarrollo.
• Etapa de mantenimiento y consolidación: va desde los 45 a los 64 años de edad. En esta etapa, el individuo tiene como objetivo mantener su puesto de trabajo y en conseguir reputación y renombre en su profesión. Este es el momento en que se alcanza el éxito y el trabajador se convierte en un verdadero líder.
• Etapa de declive: va desde los 65 años de edad en adelante del individuo, quien se aleja progresivamente del mundo laboral y sus oportunidades profesionales se reducen de forma drástica.

Claves para el desarrollo profesional

Poniendo en práctica ciertos consejos, el desarrollo profesional se podrá llevar a cabo:

• Constancia y planificación: la constancia es la clave del éxito. Pequeños pasos todos los días nos llevan inexorablemente a la consecución de nuestras metas, para lo cual es fundamental tener una buena y realista planificación y seguirla.
• Motivación: la motivación es lo que impulsa a una persona a seguir trabajando, a seguir superándose a sí mismo. Por ello, es importante mantener la motivación alta, sobre todo en los momentos más complicados.
• Visión a largo plazo: elige una carrera profesional que te guste y que tenga salida a largo plazo.

Apostar por el desarrollo profesional es de vital importancia para evitar estancarse en tu carrera profesional. Poner en práctica ciertos consejos y tener muy a la vista las ventajas del desarrollo profesional, asumiendo la etapa en que se está, es la clave para evitar no estancarse en el trabajo.