Comercio internacional
El comercio internacional es el conjunto de transacciones de bienes y servicios que se producen entre las economías soberanas (de países independientes), entre todas las de una región concreta o a nivel mundial, y que da como resultado una importante interdependencia económica.
El comercio exterior
El comercio exterior es el intercambio de bienes y servicios que se produce desde un ámbito nacional o regional respecto de otros territorios fuera de dicho ámbito; estos intercambios se pueden producir sólo en economías abiertas y las autoridades nacionales pueden adoptar medidas sobre él, normalmente desde el punto de vista de los intereses nacionales y no tomando en consideración los intereses de otros.
Se produce, pues, por conveniencia de los que participan en él: un país que no tiene o puede producir un bien determinado deberá comprarlo fuera, pero va más allá, un país puede que produzca un determinado bien pero es posible que por las condiciones existentes ese mismo bien se pueda producir de manera más barata en otro territorio y que le compense comprarlo fuera a producirlo dentro por los menores costos.
Un ejemplo muy clarificador de esto es el tema de los combustibles fósiles: hay países que disponen de petróleo y otros que no, los que no lo tienen lo necesitan (para sus transportes, calefacciones, producción de energía, industria de plástico) y debe comprarlo a los que lo tienen.
En cuanto al carbón, es conocido que en España se produce (en las cuencas mineras de Asturias, sobre todo) pero por el tipo de veta que existe su extracción es mucho más cara que comprar carbón a otros países del exterior, por lo que se prefiere esta segunda opción.
En ésto pueden influir otros factores ajenos: en el ejemplo del carbón asturiano que hemos puesto, España ha seguido produciendo, aunque no saliera rentable, para proteger los puestos de trabajo que allí existían, ésto es un motivo que no tiene que ver con el comercio exterior.
Respecto del comercio exterior cada país actúa de determinada manera, existen economías abiertas a dicho comercio, otras economías que son cerradas, no compran ni venden fuera o lo hacen lo menos posible. Las políticas de cada país o región pueden limitar más o menos este comercio mediante la aplicación de restricciones, aranceles o la firma de convenios o tratados internacionales, pudiéndose llegar a la llamada guerra comercial.
Existen otros instrumentos de política con el comercio exterior, como las ayudas o subvenciones, las desgravaciones fiscales, etc.
La doctrina económica ha elaborado cuatro teorías, de manera sucesiva, sobre cómo debe estudiarse este fenómeno del comercio exterior.
Teoría de las diferencias de costes absolutos
A partir de Adam Smith se entiende que los intercambios de bienes y servicios deben ser estudiados tomando sólo en consideración el factor trabajo, ya que los otros factores productivos (tierra y capital) solo lo son cuando se les aplica este factor trabajo.
La oferta y la demanda se estudian valorando los bienes y servicios según este factor trabajo y no en unidades monetarias, ya que estas últimas pueden responder a otros factores ajenos (especulativos) y distorsionar la información.
La aplicación de este factor trabajo a los demás factores productivos en cada país da como resultado unos costes absolutos, que son el esfuerzo de trabajo necesario para la producción de algo concreto, cada país buscará los productos cuyos costes absolutos sean mejores para él y no tan buenos para otros y serán los que produzca y exporte, importando aquellos cuyos costes absolutos sean menores en otros territorios y, por tanto, salga más barato comprar fuera.
Principio de ventaja comparativa
A partir de David Ricardo se matiza el criterio anterior aportándose el concepto de ventaja comparativa; cada país producirá los productos y servicios que pueda producir en las mejores condiciones posibles, aunque no tenga una ventaja absoluta para hacerlo.
Ya no es sólo lo que se puede producir más barato sino lo que conviene producir, es posible que se pueda producir un bien más barato que en otros territorios pero debe analizarse en el conjunto de todo lo que se pueda producir y aplicar la teoría de los costos de oportunidad, produciendo lo que de mejores resultados y dejando de producir lo que no los de tan buenos aunque tengamos una ventaja competitiva absoluta.
Añadiremos a lo anterior la demanda de sustitución, lo que se deja de producir se puede comprar fuera y, aunque saliera más caro que producirlo dentro, sigue compensando al aumentar la producción de otro bien que da mejores resultados.
Ley de la demanda recíproca
A partir de John Stuart Mill se supera el planteamiento de los dos puntos anteriores, no se da tanto importancia a los costos de producción como a la demanda dentro del territorio: aunque los costos de producción sean menores de un bien o servicio, si existe una demanda tal que va a consumir todo lo producido en ese territorio la producción no se va a exportar fuera (porque se consumirá dentro) y es, incluso, posible que se importe a costes más caros desde fuera del territorio para poder satisfacer la demanda.
Este planteamiento de las demandas combinado con el de los costos va a propiciar un equilibrio de productos y de precios, se intentará producir y exportar lo que sea más eficaz pero con el límite de los precios y demandas que existan en cada mercado, tomando para ello en consideración todo el ámbito de productos y servicios que se puedan producir y exportar.
Modelo de Heckscher-Ohlin
El cuarto modelo nos dice que los países o territorios van a producir y exportar aquello que tienen y a comprar fuera lo que no tienen.
En el ejemplo que hemos puesto del petróleo se aplica de manera clara esta teoría, el que no tiene petróleo deberá comprárselo al que lo tiene.
Lo mismo pasa con los demás factores de producción: un país puede tener la mano de obra más barata o mejor cualificada y otro las materias primas.
Se exporta lo que se tiene: si se produce lana se exportará lana, pero la confección de vestidos y tejidos de lana no tiene por qué producirse en el mismo país donde se produce la lana, se puede hacer en otro, esta producción se hará, por lógica, en donde los factores de producción sean más adecuados (mano de obra, maquinaria y otro capital, tecnología, etc.).
Balanza de pagos
Es un documento contable que registra todos los pagos e ingresos de un país con el exterior por intercambios económicos.
Está compuesta de cuatro partes: la balanza comercial, de compras y ventas de bienes, la balanza de servicios, la balanza de transferencias para los recursos financieros que se envían por motivos distintos de la inversión (como el envío de dinero a familiares) y la balanza de capital para las inversiones en el extranjero.
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