Ciclo económico

El ciclo económico es un fenómeno de la macroeconomía que consiste en que la economía de un país o territorio experimenta periodos de expansión y contracción de manera periódica.

Estas fluctuaciones van a afectar a las personas en forma de cambios, a mejor o peor, en la inversión, el endeudamiento, el empleo, el nivel salarial, etc.

Se produce en dos partes fundamentales:

• La fase de expansión, también llamada recuperación o auge: aquí todo va bien para todos, las empresas producen y venden cada vez más y los consumidores (las familias) tienen recursos para sus necesidades y deseos.
• Fase de depresión las familias no tienen los ingresos suficientes para contar con recursos para todo el consumo que necesitan o desean y se compra menos, por lo que las empresas no venden lo suficiente.

Ninguna de estas dos fases se produce de manera indefinida: cuando estamos en expansión el crecimiento va aminorándose hasta que llega a su punto máximo y comienza a descender, produciéndose lo que llamamos una crisis económica, pero el descenso también tiene su límite por abajo y tras él, se vuelve a la recuperación. Por eso hablamos de un ciclo.

La duración media de estos ciclos se estima entre seis y doce años. Los cambios se pueden producir de manera suave, con una curva, o bien aparecer de manera brusca, como dientes de sierra.

El crecimiento económico

El crecimiento económico es el aumento sostenido de la producción de una economía; normalmente se mide a través del Producto Interior Bruto comparando diferentes periodos.

En una economía capitalista sana el crecimiento económico a largo plazo se produce constantemente ya que su causa es el aumento de la población y, por ello, de la mano de obra, la mejor preparación de los trabajadores y los progresos tecnológicos que afectan a la producción.

Aunque el ciclo económico incluya la existencia de épocas de depresión, mirado a más largo plazo se ve que, normalmente, el crecimiento económico se sigue produciendo siempre aún a pesar de ellas.

En realidad las épocas bajas del ciclo vienen a ser en las que el crecimiento es menor o no suficiente para el progreso de la economía y la creación de empleo. Puede existir recesión pero, si no hay defectos estructurales de la economía, va a ser seguida de una recuperación.

Medición del ciclo económico

Si la curva del ciclo se aparta de la tendencia lo llamamos amplitud del ciclo.

En cuanto a la duración, se llama extensión el tiempo máximo del ciclo que se mide desde su punto más bajo al punto más bajo siguiente, estando en medio de esa medición el punto más alto.

Explicación del ciclo económico

Partimos del momento de depresión, en éste las familias no disponen de recursos para consumir porque las empresas no venden lo suficiente para cumplir su cometido (que es generar beneficios) y no disponen de recursos para crear empleo.

Pero, durante el ciclo de depresión, las empresas sufren también el desgaste y la obsolescencia de sus instalaciones y equipos y tendrán que comprar otros nuevos para reponerlos.

Ésto significa que las empresas están obligadas a realizar una nueva inversión económica en esa compra.

A ésto se debe añadir que el Estado, a pesar de tener menores ingresos públicos al ser más baja la actividad, pueda realizar también inversiones económicas en infraestructuras o servicios públicos.

Estos dos tipos de inversión van a tener el efecto de que las empresas que suministran esos equipos, maquinarias o el producto objeto de la inversión van a tener mayores ventas, lo que repercutirá en ellas y en sus proveedores y trabajadores, creando puestos de trabajo y pagando mejores salarios y efectuando compras a otras empresas.

La consecuencia de ello es que las familias van a tener mayores ingresos por lo que podrán:

• Consumir más: lo que ocasionará mayores ventas de las empresas.
• Ahorrar más: lo que originará nuevas inversiones y activará la economía.

Estamos describiendo un círculo vicioso (las familias no tenían dinero porque las empresas no vendía porque las familias no tenían dinero) que se convierte en un círculo virtuoso (las inversiones empresariales redundan en los salarios y las familias compran y ahorran, lo que beneficia la expansión de las empresas).

Este crecimiento de la demanda supondrá, además, la necesidad de nuevas inversiones de las empresas, que necesitarán más equipos materiales y humanos para atender la mayor demanda de compras de las familias, lo que aumentará la recuperación económica; a esto lo llamamos principio multiplicador de la inversión.

Pero esta parte positiva tiene un límite.

Mientras las empresas tenga una parte ociosa, es decir, mientras puedan ampliar la producción de bienes y servicios con la infraestructura y las inversiones con que cuentan para atender la demanda seguirá produciéndose esta multiplicación de la inversión.

Pero llega un momento en que las empresas no son capaces de atender toda la demanda de compra de su producción porque su capacidad de producir tiene un límite, aunque seguirá, de momento, aumentando la inversión al tener que adquirir nuevos activos para atender la demanda.

Este aumento del consumo no está proporcionado al aumento de la producción, según va progresando la expansión económica las familias destinan parte de sus ingresos al consumo y parte, cada vez mayor, al ahorro.

Ésto hace bajar la demanda de bienes y servicios y tiene, como consecuencia, una reducción de la producción de las empresas que invertirán menos y crearán menos empleo.

La tasa de interés

Paralelamente a lo que acabamos de explicar influye también el precio del dinero.

Cuando comienza la recuperación a través de la multiplicación de la inversión las empresas deben destinar recursos a esta inversión. Para ello tendrán, en determinada proporción, que pedir dinero prestado a los bancos.

El aumento de la demanda de préstamos hace que el precio del dinero, el interés, suba; la consecuencia es que esas inversiones tienen un rendimiento, contando con sus gastos financieros, menor al tener que pagar más por los préstamos.

Esto desincentiva la inversión y, por ello, la producción.

Al llegar al punto contrario, la desaceleración, las empresas no realizan nuevas inversiones e irán pagando las deudas que tenían, ésto reducirá la tasa de interés que será un factor importante para la continuación del ciclo hacia una nueva recuperación.