Cash flow
La contabilidad está diseñada como un instrumento muy eficaz para proporcionarnos toda la información económica necesaria de un negocio; resultados reales, resultados fiscales, estructura de gastos, de ingresos, utilización de inmovilizado, del circulante y otras muchas realidades económicas se pueden conocer con total precisión en una contabilidad llevada correctamente y, además, con la contabilidad analítica podemos obtener otro tipo de datos que nos hablan de la eficacia de nuestra gestión y de la rentabilidad y adecuación de nuestros productos o servicios.
Sin embargo el diseño de una contabilidad está pensado para proporcionar datos reales sobre la estructura de nuestros ingresos y gastos y, por ello mismo, hay información importante sobre el día a día que no nos da, me explico: nuestra estructura de gastos se refiere a todos los gastos con independencia de que lleven aparejados sus pagos en dinero en el momento que se computan o no (por ejemplo, las amortizaciones no suponen un pago en el momento que se contabilizan) o que se refieran a la expectativa de quebrantos económicos futuros y previsibles (las provisiones).
Estos gastos, que no suponen una salida de dinero en el momento, son gastos auténticos y es necesario computarlos porque nos dicen la realidad de nuestros resultados económicos, pero producen un posible error en la apreciación de nuestro flujo de tesorería porque, al computar algo como gasto pero sin afectar a nuestra caja o banco en ese momento, nos informa del resultado económico real pero no nos informa de nuestra liquidez a corto y medio plazo y de la capacidad de atender los pagos con el dinero liquido inmediato o a corto plazo del que disponemos.
Para controlar esta información existe el Cash Flow o Flujo de caja cuya fórmula es:
Cash Flow = Beneficio + amortizaciones + provisiones
Dicho de otro modo, conocer los flujos reales de entradas y salidas de nuestra tesorería eliminando información que no influye en ellos.
Con él tendremos controlada nuestra capacidad operativa para poder realizar determinadas decisiones de gasto e inversión que tendremos que pagar.
Tipos de Cash Flow. Sirven para matizar la fórmula que acabamos de exponer del flujo de caja contable y son los siguientes
- Operativo El estudio directo de las entradas y salidas de caja.
- Derivado de inversiones o desinversiones Tener en cuenta las salidas de efectivo que no van destinadas a operaciones corrientes (al circulante) sino a la compra de bienes de inversión que formarán parte de nuestro inmovilizado y, por tanto, no afectan de manera inmediata a nuestro beneficio.
- Derivado de operaciones financieras Operaciones que tampoco afectan a nuestro beneficio de manera inmediata como la amortización de préstamos, el cobro de principal de préstamos a terceros, el pago de dividendos, emisión o compra de acciones propias, etc.
Importancia del Cash Flow. Su importancia es muy grande.
Aunque los resultados contables son muy importantes, porque nos informan sobre la rentabilidad de nuestras actividades, también lo es contar con un flujo de caja positivo o muy positivo y conocerlo.
Una empresa que tiene, de manera continua a lo largo de su vida operativa, flujos de caja positivos puede planificar y realizar operaciones de compra y de inversión realizando los pagos con puntualidad y sus proveedores o financiadores van a querer financiarle, venderle o prestarle sus servicios porque saben que van a cobrar sin problema.
Por el contrario, una empresa que tiene, de manera habitual, flujos de caja negativos va a tener constantes problemas y “quebraderos de cabeza” para realizar sus operaciones y va a proyectar al exterior una muy mala imagen incluso aunque tenga resultados contables positivos. Nos referimos no sólo a los proveedores sino a posibles futuros inversores o financiadores de todo tipo que van a tener en cuenta ésto, porque afecta de manera directa a la operatividad y a los resultados futuros del negocio.
Para solucionar este aspecto el primer paso, desde luego, es tener conocimiento y control de nuestro Cash Flow para saber si tenemos un problema o no.
Y para tener un Cash Flow positivo lo conseguiremos con un diseño adecuado de nuestro modelo de negocio y su implementación también adecuada, así como cuidar otros aspectos como la competitividad de nuestros productos en el mercado.
Regla del devengo. La fórmula de cálculo del Cash Flow que hemos dado más arriba puede, sin embargo, inducirnos a error ya que, aunque es cierto que las amortizaciones y provisiones no producen salidas de caja, no es siempre cierto que los ingresos (que son una parte para el cálculo del beneficio) produzcan siempre y automáticamente entradas en caja.
Cuando emitimos una factura a un cliente la contabilizamos como un ingreso, pero eso no significa que se produzca siempre una entrada de dinero en caja en ese momento ni, a veces, en el futuro inmediato.
La factura puede contener pagos aplazados o puede tardar mucho en cobrarse o no llegar a cobrarse nunca porque no nos la paguen. Esto se puede acabar convirtiendo en una provisión pero, mientras tanto, desvirtúa nuestra información sobre el flujo de caja.
En estos casos la fórmula del Cash Flow no nos da la información real sobre el estado de nuestra tesorería porque falta un factor.
Por ello la fórmula, aunque es correcta, debe ser aplicada con las correcciones necesarias para que la información sobre nuestra solvencia inmediata sea correcta y útil.
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