Capital circulante

Los conceptos relacionados con la contabilidad y economía de una empresa pueden resultar algo complejos. No obstante, algunos de esos conceptos es importante conocerlos para poder analizar aspectos centrales de la actividad de un negocio.

El capital circulante es muy importante para las empresas y vamos a analizarlo a continuación.

Qué es el capital circulante

En primer lugar, es preciso definir el activo de una empresa. El activo es el conjunto de bienes y servicios que pertenecen a una organización.

El capital circulante forma parte del activo y es aquella parte que puede transformarse en dinero más fácilmente, en un periodo inferior a un año.

El activo circulante está formado por los bienes que se utilizan para el proceso productivo y que forman parte del producto final. Un ejemplo de ello son las materias primas que se emplean para fabricar el producto que, posteriormente, se pondrá a la venta para todos los clientes.

El capital circulante tiene bastante importancia en la contabilidad de la empresa.

Cuando se elabora el balance de situación, en él puede verse la situación general de la empresa a niveles contables. Dentro del balance es fundamental prestar especial atención al activo circulante, pues así sabremos de qué dinero dispone la empresa y cuál es su situación real en ese momento. Algunos ejemplos son:

• Algodón. Podrá verse las existencias de la materia prima esencial para un fabricante de ropa.
• Clientes. Es el activo que se convertirá más rápidamente en dinero, pues pagan a corto plazo.
• Dinero en banco y en caja. Son los dos activos más líquidos y dan una parte de la información más importante.

Características del capital circulante

Las características que definen al capital circulante son:

• El plazo en el que los elementos que lo componen se convertirá en líquido es inferior a doce meses.
• Su principal utilidad es el pago de los créditos a corto plazo.
• Se destinan a cubrir los gastos de las operaciones habituales de la empresa.
• El dinero en efectivo que posee la empresa se encuentra en la caja y en los bancos, por lo tanto, es más líquida la primera frente a la segunda.
• Entre los elementos que lo componen se incluyen las deudas pendientes de pago de los clientes.
• También se encuentran dentro del activo circulante las materias primas que tenga disponible la empresa y los productos terminados a la espera de ser vendidos.

Cuentas que forman el capital circulante

Según el Plan General Contable, que el texto legal que regula la contabilidad de las empresas en España, dentro de este Activo se recogen las siguientes cuentas:

• Cuentas de Tesorería. Es el dinero con el que cuenta la empresa para hacer los pagos.
• 570. Caja
• 572. Bancos
• Efectos y cuentas pendientes de cobro. Cantidades de las que la empresa es acreedora a corto plazo.
• 430. Clientes
• 431. Efectos a cobrar a corto plazo.

• Existencias o mercaderías. Son todos los productos necesarios para la producción y también los productos ya terminados.
• 300. Mercaderías
• 310. Materias Primas
• Inversiones financieras a corto plazo. Se incluyen los productos financieros con vencimiento inferior a un año. 

La gestión del activo circulante y el fondo de maniobra

Una gestión adecuada del activo circulante ayuda a las empresas a tener siempre suficiente liquidez. Para ello es importante tener en cuenta:

• El saldo de los clientes. Cobrar los importes pendientes de pago lo antes posible es fundamental.
• Las existencias en almacén. Evitar la acumulación gestionando bien el stock.

Un concepto muy relacionado con el activo circulante es el fondo de maniobra. El concepto de fondo de maniobra hace referencia a los recursos financieros a largo plazo que permiten a una empresa continuar con su actividad a corto plazo. Sirve para conocer de una forma más clara la salud financiera de una empresa a corto plazo.

Para calcular el fondo de maniobra se le resta al activo corriente el pasivo corriente. Y puede darse que:

1. Fondo de maniobra positivo. En este caso, el activo corriente supera al pasivo corriente e indica que la empresa puede hacer frente a las deudas que tiene a corto plazo. Es un indicador de que la empresa se encuentra en una buena situación financiera.
2. Fondo de maniobra negativo. Si los pasivos corrientes superan a los activos corrientes, significa que existe una falta de liquidez, ya que la empresa no tiene suficientes activos a corto plazo para hacer frente a las deudas con vencimiento próximo. 

El capital circulante es la parte del activo de una empresa que puede convertirse en dinero en un periodo inferior a un año. Está formado por los bienes que se utilizan para el proceso productivo, como las materias primas y las mercaderías. Una buena gestión del capital circulante ayudará a que la empresa cuente con suficiente liquidez para afrontar sus deudas a corto plazo, es decir, a tener un fondo de maniobra positivo.