Base monetaria

El Diccionario Jurídico de la RAE define base monetaria como “suma del dinero circulante en manos del público y de las reservas mantenidas por los bancos comerciales en el banco central”.

Dicho de una manera más sencilla la base monetaria es la cantidad total de dinero físico que existe (en monedas o billetes).

La base monetaria la encontramos en poder de los ciudadanos, que tienen en sus bolsillos monedas y billetes, y de los bancos que, como veremos más abajo, deben mantener una reserva de dinero físico en su poder o en depósitos en el Banco Central.

Emisión de dinero físico

Este dinero físico que existe en un país o territorio está emitido por su Banco Central, que es el único autorizado para la emisión de monedas o billetes.

En nuestro caso (en la Zona Euro) el responsable de la emisión monetaria es el Banco Central Europeo que es quién autoriza estas emisiones de monedas o billetes que los países miembros sólo pueden hacer en las condiciones y cantidades fijadas por dicha entidad.

El conjunto de dinero físico, la base monetaria, constituye el pasivo del Banco Central que lo ha emitido o autorizado. Como veremos al final de este artículo es un instrumento muy importante de la política monetaria que es una de las misiones fundamentales de los bancos centrales.

El valor de la moneda emitida por el banco central existe porque así lo dispone la normativa legal del país o territorio, es decir, el dinero tiene valor porque la Ley dice que lo tiene (el llamado dinero fiat), aunque en la práctica dicho valor de la moneda viene sustentado por la economía general de ese país o territorio.

La creación de dinero

Pero esta base monetaria, este dinero existente en monedas y billetes, supone únicamente un pequeño porcentaje (alrededor de un 3%) del total de dinero que existe.

La mayor parte del dinero (el 97% restante) es el que crean los bancos comerciales mediante el llamado multiplicador monetario.

Un banco comercial opera con los depósitos que hacen en él sus clientes (lo que constituye su pasivo) y financia a sus clientes a través de productos de crédito (lo que son sus operaciones de activo).

Cuando el banco otorga un préstamo, por ejemplo, a uno de sus clientes pone a su disposición ese dinero en una cuenta corriente abierta a su nombre, pero no le entrega el dinero físicamente sino que ese dinero el prestatario lo tiene en una cuenta corriente. Normalmente las operaciones de pago que va a hacer con él dicho cliente no consisten en disponer de ese dinero en monedas o billetes sino que se realizan mediante transferencias, cargos, etc. lo que supone que no se toca físicamente el dinero.

Por ello el banco que da el préstamo no está dando dinero físico sino, solamente, realiza un asiento contable en el que dicho dinero está a disposición de su cliente prestatario; mientras ese cliente no acuda a la caja o a un cajero y disponga de ese dinero en billetes no es una parte de la base monetaria. Aunque el cliente realice pagos con ese dinero sigue siendo un asiento contable si, por ejemplo, hace una transferencia ya que ese dinero contable no físico dejará de estar en su banco pero seguirá estando en otro banco de la misma manera.

De este modo el banco está creando dinero porque pone a disposición de sus clientes dinero que no está respaldado directamente por la base monetaria.

Esta posibilidad de crear dinero bancario está regulada y limitada por las autoridades monetarias y, específicamente, por los Bancos Centrales que fijan un porcentaje mínimo de reservas en dinero físico, es decir, el banco debe disponer de ese dinero físico (en su caja o en depósitos hechos en el banco central) y a partir de la cantidad que tenga está autorizado a dar crédito de la manera que acabamos de explicar, es lo que se llama coeficiente de encaje.

Como constantemente se realizan operaciones de pagos y cobros entre entidades bancarias, este dinero no físico que existe en un banco va variando todos los días por lo que, para mantener este coeficiente de caja en sus límites fijados, existe el mercado interbancario, en el que distintas entidades se dan préstamos a muy corto plazo (un día o dos) según sus necesidades para mantener el encaje.

Política monetaria

Como hemos dicho al principio, la política monetaria es una de las misiones principales de los bancos centrales.

Es un instrumento importantísimo de la política económica que el banco central tiene junto a otras herramientas como la compra y venta de activos públicos (con los que fija el tipo de interés), la concesión de crédito a las entidades bancarias o la fijación del coeficiente de encaje, del que acabamos de hablar.

La finalidad de todo esto es fomentar el crecimiento económico y cuidar el valor de la moneda, si se emite demasiada base monetaria el valor de la moneda disminuirá, pero es siempre necesario emitir moneda.