Balance de apertura
El asiento de apertura es el primer asiento contable de cada ejercicio.
Al final del ejercicio contable anterior se realiza, como penúltimo apunte la cuenta de pérdidas y ganancias, en ella se saldan todas las cuentas de ingresos y gastos imputándolas en el lado contrario en el que tienen saldo: normalmente las cuentas de gastos del grupo (6) que tienen saldo deudor se abonarán por dicho saldo y las del grupo (7) de ingresos, que tienen saldo acreedor, se cargarán por el mismo saldo de manera que queden a cero, computándose la diferencia en la cuenta de Pérdidas y Ganancias (129) y confeccionando el documento, parte de las cuentas anuales, que es la cuenta de pérdidas y ganancias.
Una vez hecho esto, en el balance de la sociedad sólo aparecen, con saldo, cuentas de activo, de pasivo y de neto patrimonial, desapareciendo las de ingreso y gasto.
El siguiente paso es, como último asiento contable del ejercicio, el cierre del ejercicio que es un asiento dónde se saldan todas las cuentas dejando todo a cero.
Como consecuencia de este asiento de cierre se confecciona el Balance de situación, documento que también forma parte de las cuentas anuales legalmente obligatorias; en este documento se recogen todos los saldos pero de manera diferente a como se hace en las cuentas (aunque son los mismos saldos), se utiliza el activo y el pasivo siendo positivo o negativo el saldo dependiendo de su ubicación: las cuentas de pasivo tienen saldo positivo al haber y negativo al debe y, al revés, las de activo saldo positivo al debe y negativo al haber.
Y, ¿por qué hablamos de todo esto para describir el asiento de apertura?; pues porque dicho asiento de apertura es el sucesor de estos movimientos y consecuencias de los mismos además de movimientos anteriores a ellos, como constatación de determinados deterioros o periodificaciones, por ejemplo, que también se hacen para que el inicio de la nueva contabilidad responda a la realidad contable de la empresa.
El asiento de apertura
Igual que el asiento de cierre era el último del ejercicio anterior el asiento de apertura es el primero del nuevo ejercicio.
Recordemos que, en el cierre del ejercicio, habían quedado a cero todas las cuentas porque las habíamos saldado en el cierre.
Ahora hacemos lo contrario, es decir, el asiento de apertura es exactamente igual que el de cierre, pero las cantidades de imputábamos al haber ahora las computamos al debe y, al contrario, las que imputábamos al debe ahora serán al haber.
De esta manera cada cuenta vuelve a tener el mismo saldo que tenía antes del cierre del ejercicio anterior.
Cambios de criterios contables
Pero no siempre se produce, de manera total, esta identidad.
Por ejemplo, en la aprobación de la nueva normativa contable establecida reglamentariamente en el año 2007, se prevé que se apliquen, de manera retroactiva, los nuevos criterios sobre las diferentes cuentas (según ha dictaminado, además, el ICAC); para ello se incluirán los activos y pasivos que deban figurar de acuerdo con la nueva normativa y se eliminarán los que no deban estar según ella.
También se exige la reclasificación de los demás activos para adaptarse a las normas de valoración y demás criterios incluidos en el PGC aunque esto se aplica con cierta flexibilidad.
Sin embargo, aunque exista la obligación legal de adaptar la contabilidad a nuevos criterios y normas de valoración, lo más ordenado y presentable es que los asientos de cierre y apertura coincidan y que los cambios de valor o ubicación que se realicen o las bajas y altas en el balance de elementos contables que se hagan mediante asientos encaminados a ellos; en cualquier caso no debemos olvidar que estamos ante una contabilidad por partida doble por lo que cada cómputo tiene que tener su contrapartida y cuadrar, debemos tener cuidado con esto.
Asiento de apertura en empresa de nueva creación
El inicio de la contabilidad de una sociedad recién fundada o de cualquier otro tipo de empresa nueva que esté obligada a la llevanza de libros contables se produce en el momento de su inicio de actividad.
En el caso de la sociedad lo normal es que la fecha de inicio conste expresamente en su título constitutivo (en su escritura de constitución) y también es lo habitual que los ejercicios coincidan con el año natural excepto el primero que será desde su constitución hasta el 31 de diciembre.
En ese momento del inicio realizaremos un primer asiento de apertura que, como es lógico, no tiene un asiento de cierre anterior con el que coincidir.
En esta primera apertura debemos recoger los elementos contables que existen y ningún otro, me explico, aparecerán en él:
- El Capital social, desembolsado o no desembolsado.
- Las aportaciones pendientes de los socios, en caso de existir capital no desembolsado.
- El dinero existente en caja o bancos que coincidirá, como es lógico, con el dinero aportado efectivamente por los socios.
- Si existen aportaciones en especie se computarán según su naturaleza (habitualmente serán elementos del inmovilizado) en el activo del balance.
Por lo tanto, no procede incluir otros elementos contables que no existan al principio de las operaciones que no existan al inicio y que aparecerán cuando sean adquiridos.
En ningún caso computaremos un Fondo de Comercio porque sólo puede aparecer en contabilidad a través de la adquisición en bloque de un negocio y no es el caso.
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