Asiento de apertura
A la hora de gestionar los ejercicios anuales de la contabilidad de un negocio, debemos conocer la importancia y el funcionamiento del asiento de apertura, aquel con el que se abren todos los ciclos contables. Si atendemos a los asientos que realiza una empresa a lo largo de cada ejercicio, el de apertura es uno de los más relevantes, ya que de él dependen el resto de los registros que se realicen posteriormente.
¿Qué es el asiento de apertura?
La contabilidad de toda empresa se divide a través de ciclos anuales, los cuales acostumbran a comenzar el 1 de enero y a terminar el 31 de diciembre, coincidiendo con los años naturales. En cada ejercicio individual, se registra la contabilidad y las actividades económicas que efectúa la entidad durante ese periodo, y se cierra a finales de año para revisar el patrimonio y poder analizar la situación económica del negocio.
Naturalmente, a principios de cada año, toda empresa que vaya a seguir realizando actividades económicas tendrá que iniciar un nuevo ciclo contable, algo que hará a través del asiento de apertura. Este asiento es uno de los más importantes, ya que, junto al asiento de cierre (el que concluye cada ciclo contable), establecen la separación entre cada periodo.
El asiento de apertura está compuesto por las cuentas de balance con saldos abiertos, tanto en el activo como en el pasivo y el patrimonio neto. Por otro lado, es importante saber que no se incluirán las cuentas de gastos e ingresos, ya que estas se saldan o liquidan al finalizar cada ejercicio. En una empresa que continúe su actividad de un año hacia el siguiente, se registrará el asiento de apertura a fecha de 1 de enero.
Cuándo se hace el asiento de apertura
Como hemos comentado anteriormente, el asiento de apertura se registra a fecha de 1 de enero, abriendo un nuevo ciclo contable para la empresa. Sin embargo, esta fecha puede variar en función de dos situaciones:
- La empresa tuvo actividad el año anterior y va a comenzar un nuevo ciclo contable.
- La empresa es de nueva creación e inicia su actividad en un día distinto al 1 de enero.
En el primer caso, la empresa ya tuvo actividad el año anterior, cerrando el ejercicio correspondiente y abriendo uno nuevo a través del asiento de apertura (en este caso, también puede llamarse asiento de reapertura, ya que abre un nuevo ciclo). En el segundo, sin embargo, es bastante normal que la fecha de inicio de actividad de un nuevo negocio no coincida con el primer día del año natural. El asiento de apertura se debe realizar el día de creación de la empresa, por lo que se considera que el ciclo contable de un nuevo negocio comienza desde ese momento.
Cómo hacer el asiento de apertura
Conocer cómo se hace el asiento de apertura es fundamental, dada la importancia de este, y su procedimiento dependerá de las dos situaciones que hemos visto anteriormente.
Asiento de apertura para empresas de nueva creación
Si el asiento de apertura se realiza para iniciar el ciclo contable de un nuevo negocio es una tarea bastante más sencilla, ya que no hubo ningún tipo de actividad anterior y las cuentas a registrar serán muy pocas. En concreto, tendremos que incluir las cuentas de caja y bancos, para registrar las aportaciones de los socios, además de todos los capitales o bienes que posea la empresa a la hora de comenzar con su actividad, como el inmovilizado.
Asiento de reapertura de ciclo contable
Si vamos a abrir un nuevo ciclo contable para una empresa que ya realizó actividades económicas durante el año anterior, el procedimiento es distinto. En primer lugar, tendremos que reunir la información contable necesaria para el asiento, algo que podemos encontrar en dos lugares:
- El asiento de cierre del ciclo anterior.
- El balance de sumas y saldos o balance de comprobación.
En caso de no poder contar con ninguno de los dos documentos anteriores, es obligatorio para la empresa hacer un balance de inventario, listando todos los elementos patrimoniales poseídos en el momento para que la información sea precisa y veraz. Tras ello, es el momento de efectuar el asiento de reapertura, en el que tendremos que incluir todas las cuentas del balance que tengan saldos abiertos.
Recomendamos hacerlo a través de un programa de contabilidad, ya que te permite ahorrar mucho tiempo mientras evitas cualquier error proveniente del trabajo manual. Por último, toda esta información también debe trasladarse al Libro Mayor, lo cual permitirá el control de las cuentas contables de la empresa.
Hacer el asiento de apertura es fundamental para que una empresa pueda comenzar cada ciclo contable con la información adecuada. Sobre todo, en negocios que manejen un volumen muy elevado de elementos patrimoniales, es muy recomendable que la contabilidad se gestione a través de un software especializado.
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