Seguro de responsabilidad civil, qué es y cuáles son sus efectos
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De acuerdo con el Código Civil, cualquier persona que cause un daño a otra está obligada a reparar e indemnizar dicho daño. El seguro de responsabilidad civil es fundamental tanto para los particulares como para las empresas, puesto que ofrece protección frente a las indemnizaciones que deben abonarse cuando se causa un daño a terceros. En este artículo exploraremos qué es, cuáles son sus coberturas y cuándo es necesario contratarlo.
Seguros de responsabilidad civil
La responsabilidad civil se refiere a la obligación de una persona de reparar el daño causado a un tercero, ya sea por acción u omisión. Esta reparación suele implicar una indemnización económica que puede suponer un desembolso significativo. Este seguro protege el patrimonio del asegurado frente a reclamaciones económicas. Es en estos casos, donde el seguro de responsabilidad civil cobra importancia.
En el caso de que alguien no tenga un seguro de responsabilidad civil y se cause un daño a un tercero, deberá asumir de forma personal los costes de la indemnización, lo que puede suponer un desembolso significativo.
¿Qué es un seguro de responsabilidad civil?
El seguro de responsabilidad civil es una póliza mediante la cual la compañía de seguros se compromete a cubrir el pago de la indemnización correspondiente cuando el asegurado hace daño a otra persona. A cambio el asegurado paga una prima por esta cobertura.
Cobertura de los seguros de responsabilidad civil
Las coberturas de un seguro de responsabilidad civil varían según lo pactado entre lo asegurado y la aseguradora, pero las más comunes incluyen:
Coberturas básicas de los seguros de responsabilidad civil
- Pago de indemnización, se trata de la cobertura principal y fundamental de un seguro de responsabilidad civil. La aseguradora paga la indemnización económica al tercero dañado por la acción u omisión del asegurado.
- Asistencia jurídica, es muy común que alguna de las partes acuda a la vía judicial para solucionar este tipo de situaciones. Por tanto, la mayoría de las veces también se incluye la cobertura de los costes judiciales, incluyendo la constitución de fianzas y costas judiciales, si se llega a un proceso judicial.
Coberturas adicionales del seguro de responsabilidad civil
- Responsabilidad civil de explotación: este tipo de responsabilidad civil cubre los daños a terceros causados por la actividad empresarial del asegurado.
- Responsabilidad civil general: cubre daños a terceros sin necesidad de que haya negligencia o error profesional.
- Responsabilidad civil locativa: protege contra los daños a inmuebles o locales.
- Responsabilidad civil patronal: cubre los daños sufridos por los trabajadores durante el desempeño de su trabajo. Especialmente este tipo de responsabilidad civil está indicada para empresas o empleadores con trabajadores a su cargo.
- Responsabilidad civil profesional: que incluye daños provocados en el ejercicio de una actividad profesional, ideal para abogados, médicos y otros profesionales liberales.
- Responsabilidad civil subsidiaria: Cubre daños causados por subcontratados de los que el asegurado deba responder.
¿Cuándo es necesario el seguro de responsabilidad civil?
Para muchas actividades profesionales y empresariales, sobre todo para aquellas con mayor riesgo a causar daños a terceros, es obligatorio contar con un seguro de responsabilidad civil.
Profesionales y entidades obligadas
- Profesionales y entidades sanitarias privadas
- Abogados
- Corredores de seguros e intermediarios financieros
- Administradores concursales
- Empresas de mantenimientos de ascensores
- Locales de espectáculos y actividades recreativas (como cines, teatros, circos, zoológicos, centros de ocio, etc.)
- Empresas de transporte público y escolar
- Agencias de viajes
- Promotores de festividades taurinas y espectáculos de pirotecnia
- Propietarios de perros que sean potencialmente peligrosos
Recomendación general
No todas las actividades profesionales requieren este seguro, pero es altamente recomendable tenerlo. Causar un daño a un tercero en el ejercicio de una actividad profesional es más común de lo que se piensa, y sin este seguro, el pago de la indemnización puede poner en peligro tanto el patrimonio personal como la viabilidad de los negocios.
¿Qué tipo de daños cubre un seguro de responsabilidad civil?
Un seguro de responsabilidad civil cubre los daños que el asegurado pueda causar a terceros, tanto en bienes materiales como en lesiones personales o morales. Este tipo de seguro se enfoca en proteger al asegurado frente a reclamaciones o demandas de terceros que resulten de su actividad, propiedad o negligencia. A continuación, se detallan los principales tipos de daños que cubre:
- Daños materiales: Cubre los perjuicios causados a los bienes de terceros como, por ejemplo, si accidentalmente dañaras la propiedad de alguien (vehículo, inmueble, objetos personales, etc.)
- Daños personales o corporales: Cubre los gastos relacionados con lesiones físicas o enfermedades que sufras a terceros, como gastos médicos, hospitalarios, o indemnizaciones derivadas de lesiones permanentes o fallecimiento.
- Daños morales: Cubre indemnizaciones por perjuicios no materiales que afecten la reputación, honor, o derechos personales de terceros debido a acciones del asegurado.
- Gastos de defensa legal: El seguro puede cubrir los costos legales en los que el asegurado incurra para defenderse ante una reclamación por daños a terceros, incluyendo abogados, honorarios judiciales, etc.
Es importante destacar que el seguro de responsabilidad civil generalmente no cubre daños intencionados ni aquellos que afecten al propio asegurado o a su propiedad. Los detalles exactos de la cobertura dependerán de la póliza específica contratada.
¿Qué daños no cubre el seguro de responsabilidad civil?
En general, un seguro de responsabilidad civil excluye ciertos tipos de daños. Por ejemplo, no cubre daños intencionados, ya que está diseñado para proteger frente a accidentes o negligencias, no frente a daños deliberados. Tampoco cubre multas y sanciones administrativas, que son consecuencia de acciones legales, ni a los daños a bienes del asegurado, ya que este tipo de seguro solo cubre perjuicios causados a terceros.
Por otra parte, los daños causados por actividades lícitas que no estén contemplados en la póliza tampoco están cubiertos. Cada póliza puede tener exclusiones específicas, por lo que es crucial revisar todos los términos de manera detallada para conocer qué situaciones se quedan fuera de cobertura y evitar sorpresas.
Cálculo de la prima de responsabilidad civil
La prima del seguro se calcula en función de determinados factores clave. El tipo de actividad del asegurado es imprescindible, ya que algunas actividades presentan más riesgos que otras. El volumen de negocio, el número de empleados y la ubicación geográfica, también influyen. Además, el historial de reclamaciones puede afectar el coste.
Por tanto, las coberturas y los límites de las indemnizaciones impactan en el precio. Pero, es importante destacar que cada aseguradora utiliza sus propios criterios y fórmulas para calcular el importe exacto.
Conclusión
El seguro de responsabilidad civil es una herramienta crucial para la protección contra las consecuencias económicas de causar daños a terceros. Como se ha comentado, aunque obligatorio para muchas empresas, es recomendable para cualquier actividad económica o profesional debido a los riesgos inherentes que pueden existir. En caso de no tener este tipo de seguro y provocar un daño a una tercera persona, el pago de la correspondiente indemnización puede ser de tal magnitud que el profesional no pueda hacer frente a su pago, por lo que se puede poner en peligro no solo el patrimonio personal del profesional, sino también la viabilidad de su negocio. Mantenerse informado y asegurado es esencial para la estabilidad financiera y operativa tanto de individuos como de empresas.