Reunificar deudas, ¿Qué es y cómo funciona?
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Es habitual que muchas personas tengan varios gastos mensuales provenientes de préstamos: vehículos, viviendas, ordenadores, móviles…, y la gestión de los mismos se puede llegar a hacer bastante complicada y tediosa. Por ello, existe una modalidad dentro de los préstamos conocida como reunificación de deudas, que permite unir todas las obligaciones de pago de la misma persona física.
Qué es y cómo funciona la reunificación de deudas
El concepto de reunificación de deudas es muy simple: consiste en unir todas las obligaciones de pago de una persona, convirtiéndose en una única deuda, y teniendo que afrontar solamente el pago de la misma. También se conoce como el préstamo de los préstamos, y es una modalidad muy utilizada por aquellos que pagan varias cuotas mensuales financiadas al mismo tiempo.
Su funcionamiento también es bastante sencillo: debemos solicitarlo a una entidad financiera, calculando las cuantías que quedan pendientes en cada una de las deudas, y obteniendo la cantidad a pagar en la reunificación. El pago de la misma se suele resolver en un préstamo personal, pero también es habitual verlo en forma de hipoteca, tanto una nueva como en adición a la actual.
El pago de los intereses en una reunificación de deudas suele ser bastante más elevado en el largo plazo. Además, en muchas situaciones, el deudor también terminará pagando gastos de cancelación de los préstamos que tiene vigentes, por lo que su coste se puede elevar de forma considerable. Más adelante, profundizaremos en los pros y contras de esta modalidad de financiación.
Documentación necesaria para una reunificación de deudas
El primer paso a realizar a la hora de solicitar una reunificación, siempre será acudir a la entidad financiera para que se realice una valoración y decidan si aceptan o no la propuesta, en función de la capacidad de pago del solicitante. En caso positivo, debemos saber que cada entidad tiene procesos distintos, pero los documentos más habituales a adjuntar son los siguientes:
- DNI y datos del solicitante.
- Últimas nóminas, declaración de la renta y movimientos bancarios recientes.
- Contrato laboral o declaraciones de IVA o IS en autónomos, y vida laboral del solicitante.
- Documentación en la que figure la información relevante de todos los préstamos a reunificar.
¿Cómo hacer una reunificación de deudas? Límites
Las formas más habituales de solicitar una reunificación de deudas es a través de un préstamo o una hipoteca (ya sea con una nueva o ampliando la vigente). Es conveniente contar con la ayuda de un profesional que te asesore durante todo el proceso, y también se recomienda estudiar la oferta completa que ofrece el mercado para ver si las condiciones de las entidades financieras compensan la reunificación.
La financiera será la entidad encargada de determinar el perfil económico del solicitante, y su capacidad para hacer frente a la deuda reunificada. En el caso de una hipoteca, la cantidad total nunca podrá superar al 80% del valor de la hipoteca. Por otro lado, en cualquier tipo de reunificación, la cuota nunca podrá superar el 35% de los ingresos recibidos por el deudor (con el fin de no superar el ratio de endeudamiento).
Ventajas de la reunificación de deudas
Reunificar todas las deudas en uno tiene varias ventajas para el usuario. La primera y más evidente, es la facilidad a la hora de gestionar el desembolso mensual de la familia, ya que se pone el foco en un único pago, y no se tienen que gestionar varios gastos a la vez, algo que puede terminar en un elevado gasto de tiempo.
Por otro lado, es habitual que el plazo mensual a pagar sea menor que la suma de todas las cuotas que se están pagando, permitiendo aliviar la situación del hogar y mejorando la gestión del capital en el domicilio. Además, el tipo de interés, sobre todo en la reunificación con hipotecas, suele ser menor al que se paga en los préstamos individuales, por lo que se termina desembolsando bastante menos cada mes.
Inconvenientes de la reunificación de deudas
Desde el lado negativo de la cuestión, hay un tema muy importante a abordar: el plazo de amortización de la nueva deuda. Es cierto que lo más probable es que paguemos menos cada mes y el tipo de interés termine reduciéndose, pero el plazo de amortización aumentará dadas las deudas que estamos reunificando, por lo que la obligación de pago terminará ampliándose varios meses o años.
Por otro lado, es habitual que las financieras, a la hora de conceder préstamos, incluyan cláusulas de cancelación en el contrato, a las que tendremos que hacer frente pagando comisiones si decidimos reunificar la deuda. Al fin y al cabo, tendríamos que dejar todos esos préstamos para pagar uno solo, por lo que nos veríamos obligados a afrontar esas pequeñas penalizaciones.
La reunificación de deudas es una modalidad de financiación muy interesante para aquellos que tienen varias obligaciones de pago al mismo tiempo, en la que se deben valorar todos los aspectos mencionados anteriormente para analizar la rentabilidad de la operación.