¿La fatiga visual influye en la productividad?
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Actualmente se sabe que las afecciones ocasionadas por trabajos repetitivos y bajo ciertas condiciones provocan patologías y daños que parecen imperceptibles, pero que terminan perjudicando severamente la salud de los trabajadores y su desempeño. Este es el caso de la fatiga visual, la cual influye en la productividad: ¿qué es y cómo prevenirla?
De qué hablamos cuando hablamos de fatiga visual
El Síndrome de Fatiga Ocular como se lo conoce oficialmente es un conjunto de síntomas regulares que conforman un cuadro patológico que incluye molestias en los ojos —picazón, ardor, sequedad, dolor o lagrimeo—, trastornos visuales —visión borrosa, dificultad para enfocar, etc.— y otros síntomas como el vértigo, náuseas o cefalea. El síndrome se encuentra reconocido por la Organización Internacional del Trabajo.
Se trata del conjunto de problemas y afecciones visuales ocasionadas por la exposición de la vista a ciertas condiciones lumínicas que producen malestar a largo plazo y que pueden desembocar en problemas más graves. En la actualidad, las condiciones que más parecen provocar esta fatiga son los ordenadores y dispositivos electrónicos como las pantallas de televisores, tablets y smartphones.
En efecto, entre los trabajadores que utilizan ordenadores es que se registran la mayoría de los casos. Ana Prado Montes, Álvaro Morales Caballero y Jossias Navor Molle Cassia, autores de un estudio desarrollado por el Programa Científico de la Escuela Nacional de Medicina del Trabajo de Madrid, llamado Síndrome de Fatiga ocular y su relación con el medio laboral, advierten sobre la relación directa entre el ámbito laboral y el llamado síndrome. De hecho, lo consideran un factor de riesgo que debe ser tomado muy en serio en la era de la tecnología.
Los autores sostienen que existen un aumento pronunciado en los casos de este tipo debido a la “optimización de equipos de trabajo”, lo que seguramente tendrá algo que ver también con la migración de la mayoría de las tareas comerciales, de administración y de gestión al medio digital. En otras palabras, la sobrepoblación de pantallas en las estaciones de trabajo más la migración digital masiva supone un fenómeno que empeora los síntomas.
Si bien existen algunas disparidades en cuanto a los resultados, el informe señala que se suelen desestimarse los síntomas del síndrome debido a la fuerte presencia de los dispositivos en ambientes no-laborales. Sin embargo, esto se debe a que las causas del síndrome son la exposición continuada durante un determinado periodo de tiempo. Las consecuencias de condiciones laborales similares suelen afectar al organismo en otras áreas y crear otras patologías físicas.
Causas del Síndrome de Fatiga Visual y cómo prevenirlo
Existen muchas causas relacionadas con este síndrome, aunque la principal de todas es la exposición continuada a alguna fuente de luz inadecuada o una pantalla luminosa en la que nuestros ojos deben esforzarse constantemente para hacer foco de manera correcta. En efecto, los esfuerzos constantes entre distintas luminosidades, y bajo luces de bajo rendimiento o muy blancas, obliga a la vista a retraer las pupilas y enfocar constantemente, lo que efectivamente termina produciendo un agotamiento particular que se convierte en un malestar continuo y que puede resultar en consecuencias más graves.
Prevenir este cuadro requiere, en primer lugar, reconocer que se trata de un problema grave que debe ser tratado como tal; esto es, aceptar que debemos cambiar los hábitos y esforzarnos por alejarnos de las pantallas esporádica y regularmente, incluso en el área de trabajo. De ser necesario, confrontar a nuestro jefe y explicar la situación y buscar soluciones.
Debemos tener paciencia y disciplina, puesto que, tal como sucede cuando primero empezamos a percibir periódicamente la fatiga, también la mejora será gradual y poco perceptible en un principio. Al final, el resultado puede ser comparado con dejar de fumar: sentiremos que nuestra energía es mayor y que podemos ser más productivos.
En cuanto a este último punto, la productividad no necesariamente implica pasarnos todo el día pegados a la pantalla del ordenador. En cambio, supone la optimización del tiempo y la canalización de los esfuerzos. En efecto, quizás sea mejor levantarse y estirar la espalda y las piernas y descansar la vista luego de un periodo de trabajo intenso y puntual.
Si podemos gestionar de manera adecuada nuestro rendimiento frente a la pantalla, responderemos mejor tanto a corto como a mediano y largo plazo. Para conseguir dicho objetivo, conviene disponer de una luz adecuada y no trabajar solo con la del ordenador encendida. También debemos evitar reflejos y contrastes que nos obliguen a forzar la vista continuamente.
Si trabajamos frente a un ordenador la mayor parte del día, quizás nos interese saber de dónde proviene la fatiga visual y cómo influye en la productividad: qué es y cómo prevenirla no es tan difícil de averiguar, puesto que, en la actualidad, todos hemos sufrido en mayor o menor medida sus consecuencias.