Independencia financiera ¿Es posible?
Descuento durante 6 meses en contratos anuales.
HASTA EL 29 DE NOVIEMBRE.
¿Es posible la independencia financiera? Pues depende, como veremos en este artículo.
Cuando hablamos de independencia financiera nos estamos refiriendo a tener la capacidad de vivir decorosamente sin necesidad de depender de un salario, sin necesidad de trabajar; por lo tanto mucha gente lo llama jubilación anticipada.
Y esto es el sueño de muchas personas; poder dedicarse a sus hobbies y aficiones librándose de una jornada laboral que nos ocupa, prácticamente, la mitad de nuestro tiempo y que también afecta al resto de nuestro tiempo libre por cansancio o preocupaciones.
Sin embargo lo hace muy difícil el que en España hay salarios muy bajos, mileuristas y personas que ganan aún menos, lo que hace muy difícil ahorrar e invertir hasta alcanzar esa ansiada independencia.
Nuestras necesidades
El primer factor a tener en cuenta es cuánto dinero necesitamos para vivir razonablemente bien.
Un personaje de Oliver Twist (de Charles Dickens) en un momento de la novela le dice al protagonista: “si ganas cinco libras y gastas séis, eso es un infierno; si ganas cinco libras y gastas cuatro eso es el Paraíso”.
Una persona con gustos sencillos y no muy caros tiene más fácil alcanzar esta independencia financiera que otra que necesite mucho más dinero para vivir.
Nuestras posibilidades
El siguiente factor importante es cuales son nuestros ingresos y qué capacidad de ahorro tenemos.
Un mileurista o submileurista, sobre todo si tiene que mantener a una familia, va a tener muy difícil ir ahorrando dinero, ya tiene bastante con sobrevivir.
Otra cosa distinta es que nos toque la lotería o heredemos una buena cantidad, pero en este artículo intentamos hablar con cierto realismo y esto no suele ocurrir.
Si nuestros ingresos son un poco mejores y podremos destinar algunas cantidades de dinero al ahorro. Dependiendo de cuánto podamos ahorrar y de cómo lo gestionemos a lo mejor sí podríamos llegar a alcanzar esa independencia financiera.
Por poner un ejemplo, si compramos un piso para alquilar y vamos pagando los recibos de la hipoteca con lo que cobramos por alquiler, cuando termine la hipoteca de pagarse tendremos un activo, ese piso, que nos va a proporcionar unos ingresos mensuales.
Sin embargo esto tiene sus inconvenientes y, sobre todo, sus peligros; debemos tener capacidad para comprar ese piso, que el banco nos conceda la hipoteca, que tengamos recursos para afrontar todos los imprevistos que se van a producir, desde el tiempo que tardemos en encontrar un inquilino o los posibles impagos (durante estos periodos deberemos seguir pagando la hipoteca) así como accidentes, averías, seguros, impuestos, etc.
En este ejemplo que ponemos, como en cualquier otro que se nos pueda ocurrir, hay que hacer muchos números y disponer de información realista y, aún así, nos puede salir mal.
Nuestros cálculos
En todo caso nuestro ahorro e inversión debe estar bien programado; si conocemos nuestras necesidades económicas (teniendo en cuenta el factor tiempo que produce una depreciación del dinero) y la rentabilidad que podamos sacar a nuestros ahorros, sabremos qué cantidad de dinero debemos alcanzar para conseguir la independencia financiera.
Por ejemplo, si lo que necesitamos es gastar 1.000€ al mes y con eso vivimos bien, porque ya tenemos la casa en propiedad y nuestras costumbres se adaptan a ese presupuesto, deberemos alcanzar con nuestros ahorros una cantidad que nos de esos 1.000€, si lo invertimos en algo que nos dé un 5% de interés necesitaremos, para disponer de 1.000€ al mes y pagar impuestos, unos 15.000€ al año, por lo que tendremos que tener ahorrados un mínimo de 300.000€; como ya hemos dicho, a este cálculo deberemos añadir la depreciación del dinero.
esto también nos serviría si, como en el ejemplo anterior, tenemos pisos alquilados que nos den esos 1.000€ todos los meses.