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¿En qué consiste ser emprendedor?, emprendedor es una palabra que está muy de moda en nuestros días, se utiliza muchísimo y se habla de los emprendedores como algo positivo.
Siguiendo la definición del Diccionario de la Real Academia emprendedor es el “Que emprende con resolución acciones o empresas innovadoras”.
Emprendedor será, pues, una persona que trabaja por su propia cuenta y riesgo y se dedica a una actividad innovadora.
Trabajar por cuenta propia
Según la definición que hemos hecho la primera condición para considerarnos emprendedores (aunque no la única, como veremos) es trabajar por cuenta propia, es decir, ser nuestra propia empresa.
Hay muchas personas que aspiran a realizar su actividad profesional como trabajadores de una empresa, esto es una opción de vida muy legítima y aporta grandes ventajas: se cobra puntualmente todos los meses un salario conocido de antemano, se trabaja en un horario preestablecido lo que permite distribuir mejor el tiempo de que se dispone y conseguir la conciliación de la vida personal y laboral, se tiene (más o menos) una seguridad personal y económica ya que no existe riesgo de asumir pérdidas, el único riesgo real sería quedarse sin trabajo y está, en cierta medida, suavizado por los derechos reconocidos a los trabajadores y por las prestaciones a los parados.
Como decimos, trabajar por cuenta ajena no tiene absolutamente nada malo, aporta grandes ventajas al trabajador. Sin embargo el trabajador por cuenta ajena no es nunca un emprendedor en el sentido que estamos dando a esa palabra en este artículo.
La primera condición que debe cumplir una persona para ser considerada un emprendedor es trabajar por su cuenta y ser su propio jefe; y ésto es lógico porque si, como veremos, debe innovar y actuar con resolución esto no sería posible si el trabajo que hace está a las órdenes y según lo requieren otras personas, el emprendedor debe tener el control de su actividad profesional para poder serlo.
La consecuencia es clara: no se cobra una nómina a fin de mes sino que deberemos adaptarnos a si tenemos, o no, ingresos y beneficios en la actividad, lo que nos va a obligar a organizarnos para poder afrontar nuestros gastos personales y atender, a la vez, las necesidades del negocio que emprendemos.
Tampoco podemos esperar limitarnos a cumplir con un horario de trabajo y luego tener tiempo para otras cosas; sacar adelante el negocio es nuestra responsabilidad y no tenemos a nadie a quién reclamar si tenemos que trabajar muchísimas horas al día o si no podemos tomar vacaciones; el tiempo libre lo tendremos sólo cuando sea posible.
En cuanto a la seguridad, vamos a dedicarle un apartado específico a continuación.
Ser emprendedor requiere asumir riesgos
Como acabamos de explicar ya el sólo hecho de trabajar por cuenta propia supone, en sí mismo, un riesgo porque:
- Tendremos que realizar una inversión económica mayor o menor (dependiendo de las necesidades del negocio), habrá que realizar gastos si necesitamos un local de trabajo, un vehículo, herramientas o máquinas, infraestructura informática, pagar el recibo de autónomos todos los meses, etc.
- Tendremos que atender las deudas que genere el negocio y pagar a nuestros proveedores y acreedores, compras, préstamos, impuestos; si el negocio no genera ingresos (o mientras no los genere durante un tiempo al principio) tendremos que seguir atendiendo nuestros pagos porque, si no, nos podemos olvidar del negocio y, además, se nos van a generar deudas que vamos a tener que afrontar de todos modos.
- No vamos a tener una estabilidad en nuestros ingresos personales porque no tenemos una nómina mensual; y no sólo eso, es posible que el negocio, en determinados momentos, requiera aportar más dinero. Deberemos organizarnos y tener previsto cómo vamos a atender nuestras necesidades personales y las del negocio.
La conclusión de todo esto es que si nuestro negocio va mal podemos perder no sólo lo que invirtamos en él sino, además, generar otras deudas que, si no somos una sociedad limitada, vamos a tener que pagar nosotros personalmente con todo nuestro patrimonio y con todos nuestros ingresos futuros (art. 1911 del Código Civil). Y el negocio puede ir mal por muchos motivos: porque no lo hagamos bien, porque tengamos mala suerte, porque cambie la coyuntura económica, etc.
El lado bueno de todo esto es que si el negocio va bien vamos a ingresar mucho más dinero porque no nos limitaremos a una nómina que cobraríamos todos los meses sino que podemos ir muchísimo más allá.
De todas maneras no todos los negocios tienen el mismo nivel de riesgo: si creamos una empresa porque ya tenemos asegurada o podemos conseguir fácilmente, una subcontrata de otra empresa o una concesión administrativa de servicios y tenemos, por tanto, clientes e ingresos asegurados, por ejemplo, el riesgo sería mucho menor; únicamente, en este caso, deberemos limitarnos a hacer las cosas bien.
Pero el riesgo si es importante si la empresa comienza una actividad innovadora, como veremos en el punto siguiente, porque un negocio innovador tiene, por su propia naturaleza, un nivel alto de incertidumbre ya que podemos o no acertar al aplicar esas innovaciones y no suele existir una garantía de buenos resultados.
Emprender en una actividad innovadora
Otra condición (y, quizá, de las más importantes) que suele darse entre los emprendedores es esta de la innovación.
La innovación puede estar en diferentes aspectos:
- Puede ser un producto o servicio novedoso que no existía y que sea un bien sustitutivo de otros más tradicionales; por ejemplo, las pulseras Wearables frente a las tarjetas de pago contactless que son lo mismo pero no.
- Puede ser un negocio tradicional pero gestionado u ofrecido de otra manera; como estos despachos de abogados que ofrecen al gran público demandas contra los bancos de manera estándar.
- Puede innovarse en el marketing buscando nuevos modos de llegar a los potenciales compradores; esto sucede mucho en las plataformas de internet a través de páginas web, lanzaderas, blogs…, quizá sea aquí donde más posibilidades tenemos si queremos innovar.
Lo importante es que no se limite a seguir los patrones de los negocios que ya existen: si abrimos un supermercado en un barrio donde hay público para ello eso está muy bien, pero no es innovador.
La innovación se produce, sobre todo, aprovechando los avances tecnológicos que constantemente están produciendo nuevos productos y nuevas posibilidades de gestión.
- Angel Zavala2020-04-17 04:55:56Deseo registrarme con e?Oto Gracia