¿Cómo solicitar pensiones no contributivas?
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Las pensiones no contributivas son aquellas prestaciones económicas que se otorgan a los ciudadanos en una situación de vulnerabilidad demostrable y que, por tanto, carecen de los recursos básicos para su supervivencia.
Este tipo de pensiones se reconocen a los ciudadanos de necesidad protegible, aunque no hayan cotizado nunca o no lo hayan hecho el tiempo requerido para el reconocimiento de una prestación contributiva.
En España, la gestión de las pensiones no contributivas está transferida a las Comunidades Autónomas. Por lo tanto, las competencias respecto su atribución y su gestión recaen en los organismos de cada comunidad.
Pensión no contributiva de jubilación
De acuerdo con la Ley General de la Seguridad Social, el Estado protege a todos los ciudadanos españoles, hayan realizado una actividad profesional contributiva o no, ante situaciones de vulnerabilidad.
La pensión de jubilación no contributiva garantiza una prestación económica a todos los ciudadanos mayores de 65 años en estado de necesidad. La pensión debe facilitar asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios, así como el pago de una pensión.
Los requisitos para acogerse a la pensión no contributiva de jubilación son:
- Tener sesenta y cinco años o más
- Residir actualmente en territorio español de manera legal y haber vivido un mínimo de diez años en España computables desde los 16 años de edad y un mínimo de dos años consecutivos antes de la solicitud.
- Carecer de ingresos suficientes. Se consideran insuficientes los ingresos menores a los 5.488€ anuales si el sujeto vive solo. En caso de vivir con familiares existen múltiples tramos y excepciones que debes estudiar con exactitud.
También es importante conocer que el cobro de esta pensión no es compatible con la pensión no contributiva de invalidez u otras pensiones asistenciales.
Para solicitarla debes saber que cada Comunidad Autónoma tiene a su cargo la gestión y el reconocimiento de todas las pensiones no contributivas. En el caso de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, dichas funciones están transferidas al Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso).
Por lo tanto, la solicitud de reconocimiento de la pensión no contributiva de jubilación debe hacerse en una de las oficinas de los Servicios Sociales de tu Comunidad Autónoma, del Imserso o de la Seguridad Social. Generalmente la solicitud debe ser presentada por escrito mediante un formulario que te facilitarán en dichas oficinas y que puedes enviar también por correo.
Pensión no contributiva de invalidez
La pensión no contributiva de invalidez es un derecho reconocido a todas aquellas personas adultas con cualquier discapacidad, ya sea funcional o intelectual, reconocida médicamente y superior al 65%.
Los requisitos que debes cumplir para que se atribuya la pensión de invalidez son:
- Tener entre dieciocho y sesenta y cinco años.
- Residir de manera legal en territorio español y haberlo hecho consecutivamente durante los dos años anteriores y un total de cinco años.
- Tener un grado de discapacidad reconocido igual o superior al 65%.
Cabe destacar que la prestación de esta pensión no contributiva no limita el sujeto al ejercicio de una actividad laboral lucrativa dentro de unos límites económicamente delimitados.
El sujeto podrá compatibilizar la pensión y la actividad laboral durante un máximo de cuatro años siguientes al inicio de la actividad si la suma de la pensión y la actividad laboral no superan los 11.942,03€.
Si se excediera el límite de los 11.942,03€, la pensión se reduciría hasta que su suma con la prestación laboral no superara dicho límite. Este límite queda establecido fruto de la suma de los importes anuales del 2019 para el IPREM, que es de 6.454,03€, y para la pensión de invalidez no contributiva, que es de 5.488,00 €.
Debes saber que la cantidad económica de cada pensión se calcula dependiendo del número de beneficiarios de pensión no contributiva que integran una misma unidad económica de convivencia. Los ingresos personales junto con los de las personas que integran la unidad económica son también variables a la hora de definir la pensión. Dicha pensión no puede ser inferior a 1.372,00 € anuales, lo cual responde al 25% del importe íntegro para el 2019.
En caso de un grado de discapacidad igual o superior al 75 por 100, la cantidad de la pensión puede verse aumentada puesto que se considera que el sujeto necesita la ayuda de otra persona para realizar los actos esenciales de la vida. Actualmente, este complemento está dotado de 2.744,00 € anuales.
Dado que cada Comunidad Autónoma es responsable de la gestión de estas prestaciones, son a ellas a quienes debes acudir para conocer en detalle el procedimiento a seguir. Además, deberás indagar en el caso concreto de tu Comunidad para saber si tienes derecho a otras prestaciones no contributivas complementarias. En el caso de Andalucía, por ejemplo, existe una prestación no contributiva complementaria para todos aquellos pensionistas de jubilación o invalidez que carecen de vivienda de propiedad y pagan un alquiler.