¿Cómo aumentar la cartera de clientes de una asesoría?

Si tenemos ya una asesoría de empresas o si vamos a comenzar dicha actividad, la parte fundamental de ese negocio (como de cualquier otro) es tener clientes; si no los tenemos el negocio fracasará y cualquier otra cosa que hagamos no servirá para nada.

Nuestra cartera de clientes debe ser suficiente para mantener la infraestructura que necesitamos para el negocio y para permitirnos, a nosotros mismos, vivir con cierta dignidad.

El primer análisis que debemos hacer respecto de este tema es sobre qué clientes tenemos en la actualidad y cuales son los ingresos económicos que generan e intentar hacer una previsión realista de qué clientes podemos conseguir en un futuro y qué ingresos nos van a generar.

El negocio de asesorar empresas necesitará una infraestructura mínima dependiendo de cómo sea, si es un local presencial o se hace online, podemos hacer crecer la misma ampliando instalaciones y equipos y aumentando las personas que trabajan con nosotros pero, para ello, debemos realizar el análisis de nuestros ingresos presentes y potenciales; es decir, el crecimiento de nuestros recursos productivos debe ser adecuado a las necesidades del negocio, intentando tener una visión lo más realista posible, toda inversión que realicemos en él por encima de los mínimos necesarios debe estar justificada por el volumen de servicios que prestamos y, por tanto, debe poder ser financiada con nuestros ingresos reales.

Si lo que queremos es crecer, el único medio es aumentar nuestra cartera de clientes. Podemos realizar acciones que conduzcan a este propósito.

Los sistemas tradicionales

Antes de que existiera internet las asesorías de todo tipo y los despachos profesionales ya tenían la necesidad de conseguir clientes y, aunque quizá puedan ser más eficaces los medios a través de la red, no está demás conocer como se ha hecho toda la vida esta actividad porque, dependiendo de nuestras circunstancias concretas, también podemos encontrar alguna vía eficaz para conseguir clientes.

En todo caso estos sistemas tradicionales no son incompatibles con los sistemas online y, además, su configuración es prácticamente la misma en muchos aspectos, lo único que cambia es el medio utilizado.

El sistema más importante y más eficaz es el boca a boca.

Si somos profesionales serios, damos buena imagen, hablamos con los clientes sin decir tonterías y, sobre todo, si damos un servicio serio y eficaz, nuestros clientes actuales van a estar contentos con nosotros y, cuando otras personas o empresas de su entorno necesiten los servicios que nosotros prestamos, les van a dar nuestro teléfono para que nos llamen.

Este sistema es lento pero funciona muy bien, con el tiempo nuestros clientes nos van a proporcionar otros clientes; si prestamos un buen servicio esto es infalible.

Otro sistema tradicional es nuestra ubicación física, es decir, si tenemos un local abierto al público en el sitio adecuado.

No se trata de que los nuevos clientes entren por la puerta de manera espontánea, eso pasa muy poco, pero si tenemos el local abierto en el sitio adecuado: un centro comercial, un polígono industrial, determinado barrio de nuestra ciudad, vamos a poder promocionar nuestro negocio a través de publicidad (de todo tipo, en medios de comunicación tradicionales, vallas, buzoneo u otros similares) además de “movernos” nosotros mismos en el entorno donde estamos para entablar relaciones personales con nuestros posibles clientes.

La ubicación física también nos puede servir para promocionar nuestro negocio en los buscadores de internet ya que proporcionan este servicio de localizador de empresas.

Promoción del negocio en internet

Pero, en el mundo actual, no podemos dejar de promocionar nuestro negocio a través de internet porque es un medio extraordinario, eficaz y relativamente barato para conseguir ampliar nuestra cartera de clientes.

El sitio web

Si nuestra actividad en la red tiene por objeto conseguir nuevos clientes para nuestro negocio lo primero que necesitamos es tener un sitio web adecuado.

Este sitio web puede ser una página web, un blog o un landing (un landing es como una página web pero simplificada y con muchos menos contenidos y, por lo tanto, mucho menos peso).

Para conseguir nuestra página web podemos contratar a un profesional que la diseñe, confeccione y publique (un webmaster) o acudir a sitios de internet que nos permiten hacerla a nosotros mismos mediante plantillas; depende del presupuesto que tengamos.

Una buena idea es estudiar las páginas de nuestra competencia, sobre todo de las asesorías que tengan más éxito.

Es muy importante la imagen, la configuración y los contenidos de nuestro sitio, no sólo porque debe ser eficaz y atractivo para que las personas que lo visiten nos llamen para pedirnos nuestros servicios, sino también para llegar a más personas de manera natural a través del posicionamiento en los buscadores.

Para este posicionamiento natural (al que llamamos posicionamiento SEO) los buscadores tienen en cuenta diversos aspectos:

• Los contenidos que incluyamos en nuestra página deben tener suficiente calidad, es decir, ser interesantes y útiles para los visitantes potenciales. Estos contenidos deberán ser los que puedan interesar a la gente y ser originales y con la extensión adecuada.
• Debemos elegir cuidadosamente las palabras claves más adecuadas. Para ello existen en la nube herramientas que nos van a orientar sobre qué palabras clave son las que más negocio nos pueden proporcionar como el planificador de Adwords, Ubersuggest, SEMrush y otros similares.
• Etiquetas de título y descripción, se encuentran en el <head> de cada página y son las que el buscador va a dar como resultados de las búsquedas.
• Confeccionar y comunicar al buscador Sitemap añadiendo informaciones diversas como periodicidad de las actualizaciones, importancia relativa de cada parte y similares.
• Los buscadores penalizan que existan contenidos que ya existen en otro sitio (duplicados) porque lo consideran spam; hay que evitar copiar literalmente contenidos de otro sitio o de nuestro propio sitio.
• Cuidar nuestros enlaces internos dentro del sitio web.
• Controlar el tiempo que la página tarda en cargarse y, si es excesivo, tomar las medidas adecuadas.
• Debemos conseguir que otros sitios web tengan enlaces a nuestra página.

Existen profesionales de posicionamiento SEO a los que podemos contratar para que se ocupen de estas cosas.

Publicidad de pago

Una vez que tenemos nuestra página web podemos, además de confiar en el posicionamiento SEO, utilizar sistemas de publicidad de los distintos buscadores.  Tal vez el más conocido sea el Google Adwords.

Estos sistemas de pago deben ser configurados para ser lo más eficaces posibles; los propios buscadores tienen servicios de asesoramiento sobre esto pero no está de más contratar a un profesional para hacerlo.

Los costes son por “clic”, es decir, pagamos al buscador por cada vez que un visitante haga clic en el anuncio para entrar en nuestra página.

Las Redes Sociales

Por último, también tenemos la posibilidad de promocionarnos y conseguir que los potenciales clientes visiten nuestro sitio a través de las redes sociales como Twitter, Facebook, Linkedin, etc.

Cada una de ellas está configurada de una manera diferente y llega a diferentes personas de diferentes formas por lo que tendremos que ver cuales son las más convenientes y cómo vamos a utilizarlas.

También existen servicios profesionales de promoción en redes sociales a los que podemos acudir.

Algunas de esta redes tienen grupos profesionales y de otros tipos a los que podemos acudir para contactar con el tipo de personas a las que queremos llegar.