Cómo hacer un estudio de mercado paso a paso

Un estudio de mercado es un proceso de recolección y análisis de datos e información basada en los clientes, competidores y el mercado. Se utiliza para ayudar a crear un plan de negocios, lanzar nuevos productos o servicios o mejorarlos y expandirse a nuevos mercados.

Si tienes un negocio o te estás planteando hacer uno, realizar un estudio de mercado es un factor importante y a tener en cuenta, ya que ayudará a que éste prospere y nos dé más beneficios.

Esta técnica se utiliza para desarrollar estrategias sobre las empresas, analizar los pros y contras, determina el futuro de tu negocio y atrae clientes habituales a tu empresa.

Por eso, vamos a enseñarte como hacer un estudio de mercado en unos sencillos pasos y no necesitarás que nadie lo haga por ti. No te costará nada y podrás hacerlo desde casa.

Pasos para realizar un buen estudio de mercado

• Investigación

Primer paso y un factor esencial que te ayudará en los siguientes procesos. Una buena investigación es una buena base para empezar a ayudar a crecer a tu empresa:

Busca artículos, informes, estadísticas y datos sobre la situación de tu sector en la web. Para ello puedes visitar páginas de empresarios, de la Consejería y los organismos oficiales en tu Comunidad Autónoma, así como Cámaras de Comercio e Industria. También te aconsejamos visitar las páginas webs de tus competidores, ver su estrategia comercial y su relevancia. Otro modo es usar herramientas de pago que incluyen el posicionamiento SEO, ofrecen información interesante y te pueden dar palabras claves para posicionar tu web por encima de la competencia.

Tienes tres objetivos primordiales:

• Establecer las prioridades de tu estudio.
• Explicar las necesidades de este.
• Definir tu cliente objetivo.
• Realiza un análisis

Una vez tengamos todos los datos en la investigación externa que hemos hecho, necesitamos otra investigación de nuestra empresa y cómo afecta a la marcha del negocio.

Para ello necesitamos analizar nuestros propios recursos, costes, marketing, estudio de actitudes y expectativas del público objetivo son algunos de los factores que nos ayudarán con nuestra tarea. También es importante analizar todas las variables posibles que estén fuera de la empresa, las que no controlamos, pero podemos invertir en ellas como el entorno económico y socio/cultural. Para ello podemos ayudarnos de un análisis D.A.F.O. (Debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades).

• Debilidades: Principalmente basada en factores internos de nuestra empresa. Indicar las más importantes con respecto al mercado y la competencia.
• Amenazas: Factores externos de la empresa que puedan ser perjudiciales para nuestro negocio.
• Fortalezas: Tenemos que conocer nuestras ventajas, debemos partir de alguna de ella si queremos tener éxito en nuestra actividad empresarial.
• Oportunidades: Basado en factores externos y en el entorno. Debemos intentar ver dónde están las fisuras, qué puede ocurrir en el mercado que podamos aprovechar.

Una vez realizado este proyecto podremos analizar las informaciones y extraer conclusiones que nos ayuden.

• Objetivos

Lo primero que debemos saber es si el producto o servicio que deseas ofrecer es bueno o no, para ello antes debes saber si tu idea de producto va a funcionar o no y cuáles son sus lados buenos y malos. Para ello nuestros objetivos deben ser claros, concretos y realistas. Una opción es coger un papel y reflejar por escrito punto por punto los objetivos que pretendemos obtener y cuáles no.

• Clientes

Una vez realizado nuestro estudio de mercado podremos saber qué tipo de clientes se adaptan mejor a nuestra empresa. También debemos conocer nuestro cliente objetivo, que es aquel al que te quieres dirigir de forma prioritaria, para ello nuestras acciones de marketing deben estar basadas en sus características y comportamiento de consumo.

• Meta

Una vez realizado un buen estudio de mercado y saber el tipo de clientes al que queremos dirigirnos nuestro último paso es fijar una meta, esta puede basarse, por ejemplo, en un número mínimo que nuestra empresa desee fijarse cada mes para vender nuestro producto. Dependiendo de cuál sea nuestro objetivo buscaremos una forma de realizarlo u otra. Recuerda fijar metas realistas y que se puedan adaptar al sector y tamaño de tu empresa. No olvides seguir trabajando en tu producto, ver sus cosas buenas y malas y mejorarlo cada día.