¿Qué es el suelo pegajoso?
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La brecha salarial y las barreras de género son fenómenos que, pese a todos los esfuerzos que se están realizando por tratar de eliminarlos, desgraciadamente siguen presentes y afectan a miles y miles de mujeres en nuestra sociedad. Uno de los términos relacionados con esta situación es el del “suelo pegajoso”, que pese a no ser muy conocido, representa una realidad que afecta a toda la población
El suelo pegajoso hace referencia a la dificultad con la que se encuentran las mujeres para recibir formaciones superiores o realizar una exitosa carrera laboral. Esto se debe a la responsabilidad que se le atribuye al género femenino en relación con todas las tareas domésticas, de cuidados o de limpieza, las cuales generan un sentimiento de preocupación e impotencia por no poder promocionarse en el ámbito profesional. Dicho en otras palabras, representa la realidad que sufren las mujeres a la hora de introducirse en el mercado laboral, ya que la sociedad hace que todo lo relacionado con el cuidado y el hogar recaiga sobre el género femenino.
¿En qué afecta el “suelo pegajoso” al género femenino?
Acabar con lo que supone este término tiene mucha importancia para conseguir la igualdad de condiciones entre hombres y mujeres. Dentro de la que llamamos la pirámide económica, muchas mujeres se ven incapaces para ascender desde su base, ya que las responsabilidades del ámbito doméstico les impiden dar el 100 % para desarrollar su carrera profesional. Esto se produce ya que, al hacerse cargo de la casa y la familia, no disponen del tiempo necesario para ampliar su formación laboral, mientras que, de manera inconsciente, establecen como prioridad el hacerse cargo de la casa y sus tareas, por lo que se dificulta mucho más el proceso de entrada al mercado de trabajo.
Dentro del concepto de suelo pegajoso también tenemos que destacar todas aquellas profesiones que se consideran “feminizadas”, es decir, aquellas a las que se aplica una división sexual, repartiendo este tipo de puestos de trabajo (con menor valor y sueldos más bajos) al género femenino. Dentro de este grupo se encuentran las tareas de limpieza y cuidado, actividades mal pagadas que son habitualmente atribuidas a las mujeres.
La mayor consecuencia que tiene este fenómeno es la alta carga emocional por la que pasan todas aquellas mujeres afectadas, ya que las dobles jornadas y los numerosos problemas que provoca, hacen que, en muchos casos, deban abandonar sus puestos de trabajo, o bien se vean limitadas a aceptar contratos a media jornada, ya que tienen que destinar mucho tiempo a las tareas del hogar.
Suelo pegajoso y techo de cristal: dos conceptos íntimamente relacionados
Otro concepto muy importante dentro del tema que estamos tratando es el de “techo de cristal”. Este se utiliza para delimitar la barrera invisible que impide a las mujeres llegar a puestos de trabajo de alta responsabilidad, o a empleos con mucha importancia cuyos salarios sean elevados. El desarrollo de la sociedad patriarcal ha provocado que, en muchas situaciones, se crea que las mujeres no son elegibles para este tipo de puestos autoritarios, llegando incluso a hacer que ellas mismas asuman que no son capaces de afrontar este tipo de empleos, normalizando una situación completamente discriminatoria.
El concepto de techo de cristal no implica ningún obstáculo a nivel legal, son perjuicios que la sociedad ha extendido desde hace muchísimo tiempo, y que imposibilitan conseguir la ansiada igualdad por la que miles y miles de mujeres luchan a diario.
¿Cómo se pueden eliminar los perjuicios y las barreras a las que se enfrenta una mujer a la hora de desarrollar su carrera profesional?
Se trata de un tema increíblemente delicado, ya que viene generado por una cultura machista que se ha desarrollado desde hace muchísimos años. Para eliminar la brecha salarial y conseguir igualdad en términos profesionales, debe producirse un importante cambio en la mentalidad de la sociedad, ya que es esta la que ha generado todos los perjuicios y pensamientos en contra de las capacidades de la mujer para asumir puestos de trabajo importantes.
Un papel importante lo tienen las empresas, ya que las actividades del hogar (cuidados domésticos, limpieza, entre otros) presentan unas condiciones laborales precarias, con horarios abusivos y salarios mucho más bajos que la media. Este tipo de empleos se ofrecen mayoritariamente a las mujeres, siendo esta una de las consecuencias principales de la desigualdad de género en el ámbito laboral. Las compañías deben tomar conciencia y darse cuenta de que todos los empleos pueden ser realizados por cualquiera de los géneros, independientemente de su relevancia y/o salario, contribuyendo a que hombres y mujeres se encuentren en la misma posición dentro de una sociedad que, tradicionalmente, ha puesto al género masculino por encima.
El género de una persona no debe ser una condición para llegar a determinados puestos de trabajo. Es por ello que la sociedad debe luchar por eliminar todas las barreras y perjuicios impuestas hacia el sexo femenino, teniendo siempre presente el objetivo de acabar con la brecha de género.