Consejos para la foto del curriculum vitae
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Cada vez es más habitual que los Curriculum Vitae incluyan una foto del candidato; no es un requisito esencial pero si está bien diseñado puede ser una ayuda, los seleccionadores de personal y departamentos de Recursos Humanos también miran el aspecto físico y podría llegar a ser una diferencia decisiva para que nos llamen para una primera entrevista.
La foto que incluyamos puede ser de todo tipo: podemos acudir a un fotógrafo profesional para que la haga lo mejor posible, hacerla en un fotomatón de la calle o pedirle a un amigo que nos la haga con su cámara o con su Smartphone o, incluso, hacernos un selfie.
Debemos tener en cuenta que nuestra imagen y cómo la incluyamos en nuestro currículum es algo que puede ser, como hemos dicho, decisivo; el tipo de foto que acompañemos ya dirá algo de nosotros, si podemos invertir algo de dinero y hacernos una profesional sería seguramente mejor.
Nuestra indumentaria y pose en la foto deberán ser los adecuados para el tipo de trabajo al que nos postulamos con el currículum: si estamos buscando un trabajo profesional (como abogados, por ejemplo) lo suyo será que aparezcamos con traje y corbata, los hombres, o con una indumentaria formal las mujeres; si estamos buscando un trabajo como conductores de autobús, por ejemplo, aquí una indumentaria excesivamente formal puede ser un obstáculo, será mejor ir bien vestidos pero de calle; sea como sea debe ser la natural y corriente para ese tipo de trabajo.
Un ligera sonrisa sería muy aconsejable, no se trata de fotografiarnos en plena carcajada y las risas de quién posa para un foto suelen salir demasiado forzadas pero, a la vez, debemos evitar un semblante demasiado serio o lúgubre; por eso la solución es sonreír ligeramente.
El encuadre deberá ser un plano medio o medio corto: si es más amplio (un plano entero o americano) o más corto (un primer plano) no estaremos transmitiendo nuestra personalidad y nuestra presencia, que es lo que se pretende con esa foto.
La posición de la cámara va a determinar la impresión que produzca la foto sobre nuestra personalidad: existen tres posibles posturas:
- Plano la cámara está en horizontal con nosotros, es algo bastante inexpresivo.
- Picado la cámara se coloca en un nivel superior a nosotros con un ángulo mayor o menor, es decir, se nos ve desde arriba: comunica cierta pequeñez, humildad, docilidad.
- Contrapicado el contrario al anterior: la cámara se coloca de abajo a arriba y se nos ve desde abajo: comunica prepotencia, control, cierta arrogancia.
Estos enfoques pueden ser más suaves o más agresivos, dependiendo de un ángulo más o menos abierto; debemos decidir qué es lo que queremos transmitir y cuál es el ángulo más adecuado.
Por supuesto que debemos hacer todo lo posible por salir bien , buscar nuestro lado bueno, corregir en lo posible las cosas no tan atractivas de nuestra imagen, etc.
El entorno: es un retrato de nuestra persona por lo que lo lógico es que nosotros salgamos bien enfocados y el fondo y demás elementos que aparezcan estén fuera de foco: a pesar de esto no está mal hacerlo en un lugar adecuado y más o menos ubicable y no limitarnos a fondos neutros como una pared o un panel.
Se trata de que nuestra persona salga lo mejor posible, bien enfocado y mostrándonos, para ello será mejor hacerlo con luz natural y evitar flashes o focos.
En resumen, debemos hacer todo para que la imagen que acompañamos al curriculum sea la más adecuada para él, al tipo de trabajo que queremos conseguir y, por último, lo más atractiva posible.
Por supuesto, la foto debe ser actual, debemos evitar esa foto de hace veinte años en la que salimos tan bien .