¿Cómo ser eficiente estando en teletrabajo?
Descuento durante 6 meses en contratos anuales.
HASTA EL 29 DE NOVIEMBRE.
El teletrabajo es una disciplina que, en España, la mayoría de las empresas se negaban a probar. Sin embargo, con la llegada de la pandemia de Covid-19, en muchos casos no ha quedado más remedio que optar por esta modalidad.
El trabajo en remoto ha pasado en menos de un año de ser una excepción a ser algo bastante habitual. Hasta el punto en que ha sido necesario elaborar una normativa para regularlo de forma más completa.
Por el momento, la experiencia parece haber sido positiva tanto para empleados como para empleadores. Sin embargo, se pueden aplicar una serie de consejos para conseguir todavía más efectividad.
Tener un espacio propio para trabajar
Trabajar desde casa puede ser todo un placer o convertirse en un problema, todo depende de las condiciones en que se haga. De ahí que lo primero que necesite un trabajador en remoto sea contar con un espacio en su hogar para desarrollar su tarea cómodamente.
En los últimos meses se han multiplicado el número de empresas que ofrecen soluciones de mobiliario para crear pequeñas oficinas en prácticamente cualquier rincón. Porque algo tan sencillo como tener una mesa y una silla exclusivas para trabajar ayuda a crear hábitos de trabajo mucho más eficientes y potencia la concentración.
Planificar la jornada
Trabajar desde casa no debería ser demasiado diferente de hacerlo desde la oficina. Sin embargo, es innegable el hecho de que en casa existen muchos más elementos de distracción. El empleado no tiene un jefe ni compañeros que estén pendientes de lo que hace, así que podría pasar el rato navegando por las redes sociales, hablando por teléfono o incluso viendo la televisión.
Esto da lugar a lo que se conoce como procrastinación, que consiste en dejar las obligaciones para más tarde. Pero es un grave error, porque acaba provocando que todo el trabajo quede pendiente y aumenten los niveles de estrés cuando hay que afrontarlo.
Para que esto no suceda, es aconsejable planificar la jornada. Está claro que dentro de la misma debe haber lugar para el descanso, pero el trabajador debe concienciarse de que, aunque esté en casa, tiene que estar atendiendo a sus obligaciones laborales.
Arreglarse para “ir” a trabajar
Está demostrado científicamente que pasar demasiado tiempo en pijama tiene efectos negativos sobre la salud a nivel físico e incluso mental. Por eso se aconseja a los teletrabajadores que se arreglen cada día, aunque vayan a estar en su domicilio.
No se trata de ponerse el traje para estar en casa, pero tampoco de estar en pijama frente al ordenador. Hoy en día existen muchas opciones de ropa de sport, que son una buena alternativa para estar bien vestidos y además cómodos sin tener que recurrir al chándal o el pijama.
Empezar el día siguiendo rituales matutinos propios de salir a trabajar fuera de casa ayuda a decirle adiós a la pereza y a poner la mente en modo “trabajo”.
Cumplir a rajatabla con el horario
En muchas empresas se ha confundido trabajar en remoto con trabajar todo el día. Fenómeno que también los trabajadores parecen haber asimilado. Sin embargo, no descansar lo suficiente afecta de forma muy negativa a la productividad y la efectividad.
La ley impone la obligación de hacer un registro de la jornada de trabajo también cuando se trabaja en remoto. Esto quiere decir que trabajar desde casa no es la excusa para hacer horas extra.
Trabajadores y empresarios deben concienciarse de que cumplir el horario de trabajo es fundamental, dejando tiempo de sobra para el descanso y para la conciliación.
Mantener el contacto con los compañeros
Los equipos de trabajo deben seguir funcionando incluso aunque cada uno de sus miembros esté en su casa. Para ello, es fundamental que siga habiendo comunicación.
Por suerte, existen muchas herramientas que facilitan la comunicación e incluso el intercambio de archivos, haciendo que el trabajo en equipo resulte sencillo aun cuando los miembros del equipo están en diferentes lugares.
No abusar de las videoconferencias
Las videoconferencias se han convertido en el principal enemigo de la productividad en el teletrabajo. Muchos empleados se pasan horas y horas conectados a estas reuniones, tiempo que están perdiendo de hacer sus tareas.
Es importante reducir este tipo de reuniones remotas a las mínimas imprescindibles, limitando también su duración. De hecho, en la mayoría de los casos los temas tratados podrían resolverse enviando un email con instrucciones.
Mejorar la productividad y la efectividad en el teletrabajo es responsabilidad tanto de los empleadores como de los empleados. Un cambio de mentalidad y el desarrollo de nuevos hábitos pueden conseguir que la experiencia sea muy positiva tanto para las empresas como para los trabajadores. Porque el trabajo en remoto no es una moda, sino que está aquí para quedarse y hay que adaptarse lo antes posible y de la mejor manera.